Los precios congelados, medida gubernamental diseñada para ralentizar la inflación, habrían comenzado a aplicarse masivamente hace algunos años y, con el pasar del tiempo, el listado inicial también se habría expandido para incluir miles de productos en todo tipo de categorías, específicamente aquellas relacionadas con las necesidades básicas.
Este programa de congelamiento, lejos de desaparecer con el inicio del 2022, no ha hecho más que expandirse durante las primeras semanas de enero, con la secretaría de Comercio Interior asegurando que duplicarían el listado original mediante la inclusión de más de 1.000 productos nuevos.
Los nuevos precios cuidados
Según el más reciente comunicado del Gobierno Nacional, el acuerdo se realizó entre las entidades del oficialismo y más de 100 empresas, logrando extender el programa +Precios Cuidados. La Secretaría de Comercio Interior afirma que a estas empresas se les solicitó firmar un acta para formalizar su participación, aunque los precios ya hayan entrado en vigencia.
El comunicado afirma que la nueva lista incluye productos de limpieza, librería, almacén, cuidado personal, alimentos frescos, productos congelados, perfumería y bebidas. Algunos de los más destacados serían 45 variedades de leche, 22 presentaciones de yerbas, 24 tipos de pañales descartables, más de 30 variedades de pasta e incluso casi una decena de panificados de molde.
Esta nueva lista estará vigente hasta abril, cuando el gobierno realizará una revisión del programa para determinar qué productos agregar o eliminar.
La opinión de los empresarios
De acuerdo a reportajes de prensa, en las reuniones realizadas entre el gobierno y los empresarios, se recalcó los problemas que puede traer esta medida, con titulares explicando que las grandes empresas son capaces de resistir el congelamiento de precios, pero la mayoría de los pequeños comercios verían sus ingresos sumamente comprometidos.
Medidas como esta, diseñadas principalmente para "maquillar" las dificultades de la economía suelen generar rechazos entre productores y vendedores. Otro ejemplo de esto lo vimos con las restricciones a la exportación de carne, públicamente rechazadas por la Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada (CONINAGRO).
Casos contrarios incluyen al del fundador y titular de Maxiconsumo, Víctor Fera, quien asegura que el control de precios es necesario para ayudar a las personas de menos recursos a acceder a bienes de primera necesidad, opinando que esta medida no debería generar desabastecimiento u otros efectos negativos en las principales cadenas de mercados del país.
Haciendo nuestra investigación sobre los precios publicados en la revista de ofertas de Maxiconsumo, encontramos que, en conjunto con los precios congelados, la cadena contaría con descuentos de hasta 15% en productos de cuidado personal, limpieza, bebidas, golosinas y alimentos procesados, demostrando (a su manera) que el control de precios puede llevarse a cabo sin grandes desventajas.
En conjunto con esta empresa, se sabe que casi 300 cadenas han pactado con el Gobierno los precios que se mantendrán en el programa de congelamiento, por lo que se asume que Vera no es el único empresario que apoya la medida.
El verdadero efecto de la medida
Las medidas de control de precio siempre han sido polémicas, no solo en la Argentina sino también en el resto de los países donde se aplican. Esto se debe a que las mismas obedecen principalmente a la realidad política, y no realmente a las necesidades de la población, siendo poco efectivas a mediano y largo plazo para controlar la inflación.
Esto se ve claramente en la Argentina, donde solo en diciembre vimos un incremento de 3,6% en los precios de los establecimientos minoristas, aún cuando ya habría más de 1.500 productos con precios controlados. Así, el alivio percibido por los consumidores es mínimo, pero las consecuencias en el mercado son grandes.
