Salud

La peor cifra: Argentina superó los 100 mil muertos por coronavirus

Argentina es el país entre los que más contagios y decesos acumuló en el mundo. Sin embargo el sistema sanitario no colapsó.
miércoles, 14 de julio de 2021 17:02
miércoles, 14 de julio de 2021 17:02

Argentina superó los 100 mil muertos por COVID-19 después de 494 días de registrar el primer fallecido. Según informó Salud Pública a nivel nacional, 614 personas murieron y 19.697 fueron reportadas en las últimas 24 horas con coronavirus en la Argentina. De esta forma, suman 100.250 los fallecidos registrados oficialmente en todo el país y 4.702.657 los contagiados desde el inicio de la pandemia.

La cartera sanitaria indicó que son 5.092 los internados con coronavirus en unidades de terapia intensiva, con un porcentaje de ocupación de camas de adultos de 62,2%% en el país y del 60,1%% en la Área Metropolitana Buenos Aires.

De esta forma, Argentina se ubica en el puesto 11 del ranking mundial de fallecidos por coronavirus. En este tiempo hemos visto desde el heroísmo de los médicos y enfermeros hasta la increíble mezquindad de quien se aplica una vacuna antes de tiempo. La avalancha de decesos se explican por un cúmulo de situaciones. Escalón por escalón, esto sucedió en la Argentina para trepar a una cifra que no estaba presente, a principios del año pasado, ni en la peor de las pesadillas.

La enfermedad originada en Wuhan, China, a finales del 2019, lleva un año, cuatro meses y 11 días entre nosotros, pero el mundo estaba en alerta ya a principios de enero del 2020.

El 23 de enero de ese año, el entonces ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, minimizaba el impacto que el nuevo coronavirus -aún no había sido declarado pandemia- podía tener en nuestro país. “No, hasta ahora no tenemos ninguna posibilidad que no sea un caso importado”, dijo en La Red. Y poco después, redobló la apuesta en una entrevista que brindó a C5N: “Estoy mucho más preocupado hoy por el dengue en la Argentina que por el coronavirus”.

Pasó más de un mes, el virus se había propagado desde China a Europa, donde hacía estragos, especialmente en Italia y España. Fue desde Barcelona que llegó el primer caso que tuvo nuestro país. El 3 de marzo, Claudio Ariel Pazzi fue diagnosticado con COVID-19 e internado en el hospital Agote, en medio de un enorme operativo de seguridad.

Apenas cuatro días después se produjo la primera muerte. La víctima fue Guillermo Abel Gómez, un recolector de basura y militante peronista que en la década del ’70 actuó en las villas de emergencia. Para Ginés González García -según expresó al Canal 12 de Córdoba tiempo después- el virus “comenzó con la clase media y media alta que viajaba”. 

En medio de una gran incertidumbre, sin tratamiento ni vacunas por entonces, el presidente Alberto Fernández dio una improbable receta para combatir el virus. El 12 de marzo, señaló en una entrevista con Radio Mitre: “Según dicen todos los informes médicos del mundo, muere a los 26 grados. El calor mata el virus…”.

Un día después, Eric Luciano Torales, un joven empleado bancario llegado desde los Estados Unidos, eludió el cumplimiento del decreto presidencial que exigía 14 días de aislamiento. Fue a una fiesta de 15 e infectó a varias personas, entre ellas su abuelo, Luis María Suárez, que murió apenas dos semanas después. Fue la primera prueba palpable y contundente de la capacidad de propagación del virus. Todavía no existían las variantes más contagiosas y mortales, como la de Manaos y la Delta.

Para llegar a los primeros 1.000 muertos por COVID-19 habría que esperar un tiempo más. El 21 de junio se llegó a esa cifra exacta. El 26, el Presidente señalaba que estábamos “llevando adelante una batalla con buenos resultados”. Pero el hastío se multiplicó, y ya no era fácil detener la salida de la gente. En menos de un mes, a mediados de julio, el número de fallecidos se había más que duplicado: ya eran 2.500.

Mientras esto sucedía, un dato inquietaba: en los cementerios porteños de la Chacarita y Flores se dispuso excavar sectores especiales exclusivos para víctimas de COVID-19.

Agosto comenzó con 3.596 casos. El mes finalizó con un total de 408.426 infectados y 8.498 muertos. La curva comenzó a ascender peligrosamente.

En septiembre, el presidente Alberto Fernández reconoció: “La pandemia, finalmente, nos dejó más muertos de los que creíamos tener…”. El 28 de octubre, tras 222 días de cuarentena, se alcanzó la cifra de 30.071 fallecidos. Los decesos se multiplicaron: para noviembre, cuando la cuarentena cumplía 8 meses, el promedio diario de fallecimientos era de 300. La economía tampoco daba respiro: se anunció, para lo que iba del 2020, un desplome del PBI del 10,6%.

Ocho meses después, las cifras de mayo, fueron lapidarias en términos sanitarios. El 27 de ese mes se llegó a un récord diario de 41.080 casos registrados de COVID-19. En el lapso de 30 días, los muertos fueron más de 14 mil, para concluir en 64.096.

El sistema de salud amenazó con colapsar: en los primeros días de junio se comprobó que en 13 provincias, la ocupación de las camas de terapia intensiva estaban en un 80% de su totalidad. En Río Negro y Santa Fe estaban prácticamente saturados: alcanzaron al 97%. Neuquén y Corrientes con el 91% y San Juan con el 90% completaban el oscuro panorama, con pacientes aguardando una cama en pasillos o directamente en el piso, y ambulancias que demoraban hasta 24 horas para hacer un traslado. La vacunación, por su parte, alcanzó ese mes para que al 21% de los argentinos tuviera una dosis.

El 22 de junio se registraron 792 muertos, récord de muertos diarios. Con ese número, se superaron los 90 mil fallecidos.

El 14 de julio, Argentina superó las 100 mil muertes por COVID-19. Quizás, la suma diaria de contagios y fallecidos, las cifras repetidas una y otra vez desde hace un año y cuatro meses, hayan anestesiado nuestra sensibilidad. Pero si lo pensamos en términos de padres, madres, abuelos, hijos, sobrinos, tíos, primos, amigos, compañeros de trabajo, vecinos o conocidos, nos daremos cuenta de la verdadera dimensión de esta tragedia.

Fuente: Infobae

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