Hace algunos días, en las redes sociales se hizo viral la imagen de dos vinos llamados “Astra” y “Zeneca”. Con el avance del operativo de vacunación en Argentina, algunos insinuaron que este creativo invento era la vacuna que se elabora en Mendoza, sin embargo, aunque podría haber nacido en cualquiera de las bodegas de la provincia, su origen se encuentra a más de 10.000 kilómetros de distancia, más precisamente en España.
El “Vacuvino” es parte de la Bodega del Espía, creada en medio de la pandemia de coronavirus por Antonio Bond, propietario de La Tienda del Espía de Madrid. Directamente desde la capital española, el experto en “seguridad conyugal” y para empresas, pero sobre todo “inventor’', charló con Los Andes acerca de cómo nació esta idea.
Bond, nombre artístico inspirado en el famoso espía, decidió comenzar a vender en su tienda, donde se ofrecen todo tipo de artículos tecnológicos para la seguridad doméstica y para empresas, distintos vinos para compartirlos con la gente que va a comprar a su negocio, más allá de que poco tenía que ver con los problemas con los que llegaban los clientes a su local. “Aunque no tiene que ver con la tecnología, me gusta que la gente se ría y luego entre si quiere a la tienda”, afirmó.
Así, pese a no ser un experto en la materia vitivinícola comenzó a aventurarse en este mundo. Todo empezó hace un año, cuando crearon en la tienda “una bodega para partirte de risa” y lanzaron el “Coronavinus”, el cual entregaban a sus clientes junto con un tapabocas en un momento en el que España estaban en falta. “A mi me gusta tomarme las cosas con humor dentro del drama que tenemos ahora mismo”, aseguró Bond.
La Bodega del Espía continuó ampliándose en todo este tiempo llegando a más de 40 etiquetas que combinan el ingenio con distintas situaciones con las que llegan los clientes a la tienda de Antonio Bond. Su más reciente incorporación son las dos dosis de su “Vacuvino”: “Astra” y “Zeneca”.
Fuente: Los Andes
