El Ingreso Familiar de Emergencia, IFE, comenzó a aplicarse en el país como una ayuda económica extraordinaria que se pagaría "por única vez" en el contexto de pandemia. Sin embargo, con el correr de los meses, la medida se repitió en 3 oportunidades y la última ahora está en curso para el pago.
Ante este escenario, ya se habla de la posibilidad de pagar un cuarto IFE entre octubre y noviembre, ya que el tercero es de agosto y septiembre, para que los sectores más vulnerables puedan paliar la difícil situación económica derivada de la cuarentena por la pandemia.
Sin embargo, desde el Gobierno Nacional ya se habla de luego aplicar una "redefinición" del subsidio que permita orientar nuevamente a quiénes iría el plan económico. Si bien aún no hay una decisión concreta, la continuidad del IFE fue uno de los temas centrales de la última reunión de gabinete económico, según indicó Clarín.
De esa reunión participaron el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; la titular de ANSES, Fernanda Raverta; la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca; y los ministros Matías Kulfas, Martín Guzmán, Daniel Arroyo y Claudio Moroni, junto con al titular de AFIP, Mercedes Marcó del Pont, y el presidente del Banco Central, Miguel Pesce.
En este escenario, Raverta indicó que el objetivo "es volver a generar un mercado formal de trabajo que incorpore a la enorme cantidad de argentinos a la población económicamente activa". Y en ese plano, la mano de obra joven es fundamental ya que hay 1,7 millón de 14 a 28 años que perciben el IFE y que presentan las mayores dificultades para insertarse al mercado laboral. Por eso ya se habla de armar un formato específico para los más vulnerables.
Pero ¿qué pasará con los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo, AUH?
El universo de las 9 millones de personas que perciben el IFE es heterogéneo. Incluye a titulares de la Asignación Universal por Hijo (AUH), desempleados, trabajadores informales, empleadas domésticas y monotributistas de las categorías más bajas.
Para esos hogares esta claro que si dejan de cobrar el IFE será difícil que a mediano plazo accedan a otro ingreso que reemplace este subsidio. Por eso en la pulseada entre la escasez se recursos y el incremento de las necesidades sociales, gana espacio la idea de que el rebote de la actividad aún no es lo suficientemente potente como para retirar masivamente las muletas del IFE.
Es decir, por ahora los $10.000 seguirá siendo aportado a los beneficiarios de las asignaciones pero aún queda definir bajo qué concepto y acá suena fuerte la Renta Universal que sería el modo de adecuar el IFE a este sector pero que aún no está concretado.
