El relato es conmovedor pero mucho más debe haber sido vivir esa escena. Un joven enterró a su papá con coronavirus y fue directo al Hospital Rossi a buscar "lo que quedaba" de su mamá. Es que le habían avisado que ella también era Covid-19 positivo y tenía que quedar aislada y entubada en el nosocomio. El chico sin poder aguantar las lágrimas por la posibilidad de volver a ser golpeado por la vida, le contó lo que le pasó a una enfermera y ella humanamente tuvo un gesto que se hizo viral.
La enfermera se llama Florenia Rumi y trabaja hace 17 años como enfermera. Está casa y tiene 2 hijos y confiesa que ama su profesión. Hoy trabaja en terapia Intensiva del Hospital Rossi y es allí donde vivió el hecho que le llegó al corazón.
“Hoy me tocó recibir una paciente con Covid+, entró a terapia pidiendo que se comuniquen con su hijo, la calmé y le dije que yo misma lo llamaba, fue lo último que dijo antes de conectarle un respirador”, empezó Florencia su relato en Twitter.
“Después de estar casi dos horas trabajando con ella, por fin salgo de la habitación y preparo sus pertenencias porque el hijo, al cual ya habían llamado, estaba afuera esperando por el celular, unas pastillas y una SUBE de su madre”, agregó en otro twitts.
“Abro la puerta y era una pibito, una humildad tremenda, con los ojos llenos de lágrimas me dijo que venía a buscar lo que quedaba de la mamá. Le dije que estaba con un respirador y le expliqué por qué y qué se podía esperar... me pidió disculpas por llorar: ‘vengo de cremar a mi viejo’”, expresó.
”Me clavó un puñal tremendo”, admite Florencia. “Desde que lo internamos no supimos más nada y solo nos llamaron para decirnos que había muerto... que teníamos que ir a buscar el cuerpo”, continuó.
Indignada, hace una pausa y se pregunta: “¿No aprendimos nada de esta pandemia?”.
“Lo hago público porque me hago cargo, lo dejé pasar a ver a su madre”, explicó asegurando que lo vistió con todos los elementos de protección y lo acompañó. “Que le de la mano y le hable, aunque quién sabe si ella escucha, yo quiero creer que sí. Es inhumano no despedirse”.
“Lloré por dentro (...) Yo humanizo y que venga alguien a decirme lo contrario”, finalizó.
