Una multa millonaria y varios años de cárcel podría enfrentar el joven de 21 años de edad que el pasado jueves viajó de Uruguay a la Argentina en un buque con 400 pasajeros, a pesar que sabía que la prueba de coronavirus le dio positiva.
El joven, identificado como Luca Singerman, enfrenta 15 años de prisión por poner en riesgo la salud de los pasajeros y permanece aislado en el sanatorio Luis Agote de la Ciudad de Buenos Aires. Pero será demandado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por 700 mil dólares ya que considera que eso costó todo el operativo que se montó por el hecho de irresponsabilidad y que incluyó movilizar médicos, enfermeros, combis para el traslado de pasajeros y ahora el alojamiento de 423 personas en 4 hoteles y los alimentos que ellos necesitan.
Singerman fue imputado en una causa judicial por evadir los controles sanitarios en Uruguay omitiendo decir que había estado en Europa. Además de ser imputado, el joven podría quedar sujeto a "medidas patrimoniales para garantizar bienes" ante posibles demandas civiles por parte de los centenares de pasajeros y empleados de Buquebús obligados ahora a cumplir cuarentena.
El chico ¿héroe?
El padre de una de las cinco personas que viajaban con el joven dijo que se enteraron del resultado positivo del análisis luego de haber subido al buque y que, en consecuencia, el joven "se autodenunció" ante las autoridades.
En diálogo con radio La Red, explicó que los cinco jóvenes estaban en un intercambio universitario en Madrid, la facultad cerró y cuando decidieron volver al país sólo lo pudieron hacer vía Uruguay.
"Se hicieron un hisopado hace cinco días y les dicen que les van a dar los resultados en unos días. Ya en el buque reciben por Whatsapp el resultado positivo y entonces fue a autodenunciarse", explicó el hombre que, además, criticó la cobertura de la noticia al considerar que el joven era un "héroe".
Además comentó que el estado de salud general de esta persona es "bueno" y que esperan "la contraprueba" del Malbrán para confirmar que esté infectado.
Por otro lado, dos mujeres que iban a bordo del mismo buque fueron trasladadas por prevención a un hospital para ser sometidas a controles mas exhaustivos y quedaron detenidas por negarse a esos estudios. Serán imputadas por desobedecer y resistirse a la autoridad.
El caso
El caso se registró el jueves en la noche cuando efectivos de Prefectura Naval y personal de la Dirección Nacional de Migraciones detectaron a un pasajero con síntomas de coronavirus a bordo de un buque de la empresa Buquebús que llegaba al puerto metropolitano proveniente de Colonia, Uruguay, con 423 personas, 404 pasajeros y 19 tripulantes.
El buque San Patricio había partido a las 18.30 del jueves desde Colonia y arribó a las 19.30 al puerto metropolitano.
Los efectivos establecieron que el joven argentino regresaba desde Colonia, donde había sido diagnosticado por coronavirus y había evadido los controles sanitarios de ese país.
Ante esta situación, la autoridad sanitaria prohibió inmediatamente el desembarco de todas personas que se encontraban en el buque y, simultáneamente, confirmó que el pasajero sintomático, efectivamente estaba infectado por el virus, aunque fue derivado a un centro asistencial para controles más exhaustivos.
Al ser puesta en conocimiento del hecho, la Justicia dispuso el traslado y la custodia de todos los pasajeros y tripulantes del barco, que fueron alojados en hoteles de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para permanecer aislados 14 días.
El hotel Panamericano albergó un total de 327 personas (siendo esta su capacidad máxima), mientras que otros pasajeros fueron trasladados al hotel Escorial (Salta 92) y los restantes quedaron aislados en el hotel Presidente (Cerrito 850), todos con custodia policial.