Dolor

El duro comunicado de Diario Olé tras la muerte del periodista Marcelo Pagliaccio

El joven periodista Marcelo Pagliaccio, de 32 años redactor de Olé, murió en Brasil mientras estaba de vacaciones.
jueves, 6 de febrero de 2020 17:00
jueves, 6 de febrero de 2020 17:00

El joven y querido periodista de Diario Olé, Marcelo Pagliaccio, falleció en una de las playas de Florianópolis mientras vacacionaba con amigos.

Según se conoció, Pagliaccio decidió bañarse en la madrugada, después de volver de una fiesta, en el mar. Si bien no era una zona de profundidad, se desvaneció de manera repentina, cerca de la orilla. 

Inmediatamente sus amigos le practicaron técnicas de RCP pero nada más se pudo hacer ya que había tragado mucha agua. 

La dolorosa carta de Diario Olé: 

Dolor y más dolor. Porque se nos fue un gran pibe. Porque tenía mucho por vivir. Porque Paglia, como lo llamábamos todos, era eso: un gran pibe. Olé está de luto. Porque la muerte de Marcelo Pagliaccio es una mierda. Porque no queremos escribir más sobre compañeros que deberían estar con nosotros y no están. Porque tenía 32 años. Porque desde que llegó hace diez años y se sumó a la movida digital que recién arrancaba en Olé, creció como periodista con todos. Porque ese fanático del fútbol italiano y de la Fiorentina en particular, era un potente goleador y llevaba la ironía a flor de piel.

Entre las discusiones sobre cómo abordar un tema o el otro, de repente llega el llamado que nadie está preparado para recibir. Y uno se pone la coraza de la negación creyendo que no está confirmado, que no es él, que no le pasó, que no puede ser. Y el dolor vuelve. El mismo que sentimos cuando se murió el Topo López cuando hacía la cobertura del Mundial 2014. La desolación, el abrazo entre todos y las lágrimas tratando de aceptar que Paglia no va a estar más con nosotros para esos mates entre computadoras, esas salidas con amigos que se hizo en Olé, esas charlas de cualquier tema, esas escapadas a la Bombonera.

¿Cómo entender o aceptar que de vacaciones soñadas en Florianópolis te pase esto? Ver el amanecer y meterse al mar con la salida del sol se transformó en el plan fatal. Los datos médicos confirmarán si se desvaneció, si tuvo un problema cardíaco y después se ahogó, pero qué nos importa. Las mañanas de Olé no tendrán más su humor ni sus enojos, sus risas y sus broncas, su predisposición constante. Porque ese pibe que se venía generalmente bien temprano de Derqui a Constitución a laburar todos los días se nos fue muchísimo antes de lo que debía. El dolor nos impide escribir mucho más porque estamos de luto y sólo queremos llorar.

 

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