Dos discos extraíbles con cerca de cinco terabytes de información obtenida de los 10 teléfonos celulares secuestrados a los rugbiers detenidos por el crimen de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell serán entregados hoy a la fiscal a cargo de la causa, informaron fuentes de la investigación.
Sus resultados todavía no fueron completados y entregados a la UFI N°6 de la doctora Verónica Zamboni. Sin embargo, hay un hallazgo parcial. Y lo que se encontró es inquietante. Dos altas fuentes cercanas a la investigación confirmaron a Infobae que al menos uno de los rugbiers filmó el ataque. Y lo hizo en alta resolución.
Los voceros detallaron a Télam que el contenido de seis teléfonos iPhone, dos Huawei, un Motorola y un Samsung S10 fue volcado en dos discos extraíbles que esta mañana eran llevados a la sede de la Unidad Funcional de Instrucción 6 (UFI 6) de Villa Gesell para ser entregados a la fiscal Verónica Zambo.
Los artefactos fueron analizados por expertos de la División de Operaciones Técnicas de la Agencia Regional de la Policía Federal Argentina (PFA), con sede en la Escollera Norte de la ciudad de Mar del Plata, quienes además de extraer los cerca de cinco terabytes de información, la analizaron y discriminaron la de mayor relevancia para la causa, explicaron las fuentes.
Con esta tarea concluyó por el momento la labor de ese equipo técnico policial, ya que ahora será la fiscal quien analice la prueba en el marco de la causa por el homicidio ocurrido el 18 de enero último frente al boliche "Le Brique".
La fiscal Zamboni y un equipo de analistas de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) gesellina intentarán analizar imágenes, conversaciones o elementos que puedan precisar el grado de intervención o no de cada uno de los rugbiers imputados por el crimen.
Una fuente de la causa explicó que la extracción de datos incluyó información de la mensajería de texto, Wathsapp, capturas de pantalla y videos, incluso que hayan podido ser eliminados.
Para obtener esos datos, los expertos de la PFA utilizaron tres dispositivos de extracción de datos (Ufed), dos de los cuales fueron sumados especialmente para este caso desde la Ciudad de Buenos Aires.
Los peritos recibieron seis teléfonos Iphone, dos Huawei y un Motorola, que pertenecen a los rugbiers, y que habían sido secuestrados durante el allanamiento que se realizó pocas horas después del crimen, en la vivienda que alquilaban en Villa Gesell.
Las fuentes aseguraron que los equipos más difíciles de desbloquear, por “el grado de encriptación” que poseen, eran los Iphone pero que todos ellos fueron abiertos.
Entre ellos se encuentra el Iphone 3 negro que pertenece a Máximo Thomsen (20), uno de los acusados de ser coautor del homicidio, y quien decidió no entregar la clave de acceso, al igual que los otros rugbiers.
Los otros cinco celulares de la misma marca pertenecen a Lucas (18) y Luciano Pertossi (18), Matías Benicelli (20), Alejo Milanesi (20) y Juan Pedro Guarino (19), cuyo equipo “7 Plus”, de color negro, tiene la pantalla astillada y una funda de los All Blacks.
Los peritajes incluyen también al Motorola G4 Plus de Enzo Comelli (19), quien fue señalado por testigos como uno de los que golpeó a Báez Sosa, un Huawei perteneciente a Blas Cinalli (18), y el Huawei BLL23 gris con funda negra y pantalla astillada de Ciro Pertossi (19), el otro rugbier imputado como coautor del homicidio.
El único del grupo cuyo celular no fue localizado ni en el domicilio ni en los dos autos estacionados en la finca allanada fue el de Ayrton Viollaz (20), uno de los acusados de ser "partícipe necesario" en el crimen.
El décimo dispositivo es el de Pablo Ventura (21), un Samsung S10 que le fue secuestrado al remero cuando fue detenido en la Delegación Departamental de Investigaciones de Campana, y que fue desbloqueado con la clave que el propio imputado brindó a la fiscal tras su liberación.
Fuente: Télam / Infobae