Historias

"Voy todos los días al cementerio para que no esté solo": el dolor de Julieta Rossi, la novia de Fernando Báez Sosa

La joven contó en una entrevista detalles de la relación simple y dedicada que tenían y su necesidad de tenerlo presente. Su pedido de justicia.
viernes, 14 de febrero de 2020 11:15

El 19 de enero, Julieta y Fernando hubieran cumplido 11 meses de novios. Hoy, 14 de febrero, estarían celebrado su primer día de los enamorados.

Julieta Rossi y Fernando Báez Sosa se conocieron en el Colegio Marianista. No estaban en la misma división, pero tenían amigos en común. En febrero de 2018 participaron del Proyecto Servir (los alumnos de la Institución realizan tareas de albañilería en alguna entidad con fines sociales que lo requiera) y, de a poco, empezaron a entablar una relación.

“Cuando fuimos de viaje de egresados a Bariloche, él me encaró por primera vez. Estábamos en el boliche Cerebro en la fiesta flúo. Ahí nos dimos nuestro primer beso”, contó Julieta a Infobae.

La propuesta formal de noviazgo llegó en marzo de 2019. "Como yo hago danza, le insistí para que me acompañara a una clase de Tango. Después nos fuimos a mirar una película a su casa y, en un momento, él me dijo que me quería decir algo. Yo un poco lo intuía, pero me hice la tonta. “No me asustes Fer. ¿Qué pasó?”, le decía. Entonces me preguntó si quería ser la novia. Le dije que “sí” y los dos nos pusimos a llorar".

En una entrevista en video para ese medio, Julieta se mostró desgarrada. "Todos te dicen que tenés un ángel en el cielo cuidándote, pero no se si quiero un ángel en el cielo cuidándome", afirmó.

Sobre su relación con Fernando, ambos amaban la simpleza. "Bailábamos todo el tiempo, cantábamos con el karaoke, 
Jugábamos a juegos, no sé. Nos divertíamos con cualquier cosa, nos pintábamos la cara. Yo lo maquillaba o él me maquillaba a mí. (Era) mi compañero de aventuras porque todo lo hacía con él. Teníamos muchas cosas para hacer. Me acuerdo de mi cumpleaños, por ejemplo, 2 de julio de 2019 vino a mi casa a la mañana y me trajo panqueques".

Además, detalló algo que ya forma parte de su rutina, rota por el dolor. "Trato de ir todos los días al cementerio (de la Chacarita) porque como siento que si no está solo y tengo que ir. (Le llevo) flores, comida, hablo sola o me quedo mirando".

Y agregó "veo todo porque aunque me haga mal, lo tengo que ver. Tengo que estar al tanto. A todo el mundo le hace mal, nadie quiere ver el video donde lo están cagando a piñas. No me puedo caer ahora porque si la familia está mal, los amigos están mal, alguien tiene que hacer algo. Ya voy a tener mi momento para caerme pero no es mi momento ahora".

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