Un hombre oriundo de Río Cuarto estaba vacacionando en Santa Rosa de Calamuchita cuando se topó con un hongo y decidió comérselo. Inmediatamente sufrió una insuficiencia hepática fulminante ya que era de una de las especies más mortales para el hombre.
Su nombre es Amanita phalloides, aunque también es conocido como "hongo de la muerte", "oronja o cicuta verde" o "canelaja". Algo para tener en cuenta es que es una especie que crece únicamente junto a los pinos y robles, por lo que resulta común encontrarlo en las sierras cordobesas.
El problema, y lo que lo hace tan difícil de reconocerlo, es que su forma es similar a la de algunas especies de champiñón silvestre. Cuando son jóvenes desarrollan un sombrero redondeado y hemisférico de entre 5 y 15 centímetros que se va achatando con el paso del tiempo.
Sus toxinas afectan específicamente al hígado y los riñones, aunque también daña otros órganos. Los profesionales aclaran que si se lo consume en grandes cantidades provoca rápidamente un fallo hepático que puede conducir a la muerte en el 95% de los casos.
