“Todo esto que ha pasado no nos permite elaborar un duelo". Las palabras son de Miguel Fortunato, padre de Genaro, el joven que murió tras ser atropellado por su novia Julieta Silva el 9 de septiembre de 2017 en San Rafael, Mendoza. Ya pasaron dos años de aquella tragedia y el dolor sigue vigente en los padres como el primer día. Incluso aún no pueden hacer el duelo por la muerte del joven rugbier y siguen en la lucha por justicia.
“No tengo dudas de que no fue un accidente, aunque nunca vamos a conocer a fondo lo que sucedió. Y entiendo que hay una verdad judicial, que es lo que se puede o no se puede probar”, comenzó indicando Miguel en una entrevista que brindó a radio FM Vos y que Los Andes reprodujo.
Precisamente la Suprema Corte de Justicia de Mendoza ratificó en julio pasado que Julieta Silva tenía que cumplir la pena de 3 años y 9 meses de prisión por el delito de "homicidio culposo" por atropellar con su auto y matar a su novio a la salida de un boliche. Por tal motivo, continuará con prisión domiciliaria y no encerrada en un calabozo como quiere la familia del joven muerto.
“Intentando ser lo más objetivo posible, deduzco que hay muchos elementos que no se han tenido en cuenta. Es imposible confundir atropellar un cuerpo humano con un pozo, pasar por encima significa una ascensión del vehículo, no una depresión, estoy absolutamente convencido de eso”, expresó el hombre que luego indicó que le "hace ruido" que el ‘trapito’ y otros dos testigos del hecho "hayan aseverado que el automóvil se desplazaba rápido pero hayan tenido en cuenta la pericia que indicó una velocidad de entre 30 y 40 kilómetros por hora”.
“Nosotros advertimos que había varios elementos que excedían el hecho accidental, entre ellos la discusión que hubo antes. Que el fiscal (por Fernando Guzzo) haya decidido apelar la decisión del tribunal de primera instancia me hace ruido también. A él, que está mucho más en contacto con el mundo judicial, el accidente no le cerró. Sin embargo, hoy es todo anecdótico”, agregó destacando que lo que pide la defensa de Silva sobre que la Corte Suprema de Justicia de la Nación revise el caso es “una maniobra para ganar tiempo, para eludir la prisión en la cárcel”.
“Todo esto que ha pasado no nos permite elaborar un duelo, lo hemos hablado con mi familia. Nos ha hecho daños que no son menores, por lo que asumimos que hay que bajar un cambio y empezar a mirar las cosas desde otro lugar. Con Fausto, por ejemplo, consideramos que tal vez sea el momento de generar las energías necesarias para elaborar el duelo”, dijo a radio FM Vos.
“Si en algún lugar está Genaro escuchándome, que sepa que hicimos todo lo que creímos que había que hacer; lo extrañamos mucho”, finalizó Miguel Fortunato.
