Un mensaje desde una cuenta falsa de facebook generó gran dolor y consternación en la familia de Anahí Benitez, la joven que fue asesinada en julio del 2017 en Lomas de Zamora, Buenos Aires. Esta semana sus padres y amigos recibieron un mensaje vía redes sociales que generó gran dolor en quienes la conocieron.
"Esa chica que estaba enterrada no soy yo. Ayuda por favor. Me tienen secuestrada", dice uno de los mensajes que llegaron desde una cuenta de Facebook que lleva el nombre de Anahí y que no se conoce quién lo administra. Lo macabro es que además de hacerse pasar por la chica, lo hizo a pocos meses del inicio del juicio.
La adolescente de 16 años fue asesinada y enterrada en la reserva Santa Catalina de la localidad de Llavallol. La autopsia confirmó que era su cuerpo y que había muerto por asfixia a raíz de un sofocamiento, tras un ataque sexual.
Antes de recibir el macabro mensaje, la familia de Anahí recibió una solicitud de amistad en la red social facebook desde esta cuenta, que sin dudar su objetivo, aceptaron. Luego apareció el mensaje.
"No sé si es un inconsciente que quiere causar daño y dolor o alguien que pueda tener algo que ver con la causa", manifestó Silvia Pérez Vilor, la mamá de Anahí en diario Clarín, y luego agregó: "el juicio es el 18 de febrero y puede haber alguien afectado por eso. Y justo pasa ésto. Que si bien no es una amenaza, sí es con un claro propósito: dañar dónde más duele”.
Por la muerte de Anahí quedó detenido Marcos Bazán (36) luego de que perros rastreadores marcaron su casa, ubicada a 300 metros del lugar del hallazgo, donde se encontró una olla con arroz similar al encontrado en el estómago de la víctima, ropa de mujer, pelos y manchas de aparente sangre.
Sin embargo, Bazán aseguró ante la Justicia que no conocía a Anahí Benítez, que su casa no tiene medidas de seguridad que impidan el acceso de terceros, que la ropa femenina era de su novia y los pelos y manchas sospechosas podían ser de alguno de los animales que rondan por el predio.
En tanto, Marcelo Sergio Villalba (42) fue detenido el 16 de agosto de ese año, luego de que los investigadores determinaron que había tenido en su poder el celular Samsung Core de la adolescente asesinada y se lo había regalado a su hijo con oto chip.
En su descargo, contó que se había encontrado el teléfono tirado y negó conocer a Bazán, a la víctima y a las demás personas nombradas en el expediente.
Además, fue procesado en Capital Federal por "abuso sexual simple" en una causa en la que fue acusado de haber manoseado a una mujer en el microcentro porteño el 20 de abril de 2017, razón por la que la víctima de ese hecho denunció en sus redes sociales que si lo hubiesen dejado detenido por su caso, quizás Anahí Benítez no hubiera sido asesinada tres meses más tarde.