El país se encuentra conmocionado por la muerte de un niño de apenas cuatro años de edad. Su nombre era Benjamín y era intensamente buscado en Tucumán, por la policía y su familia. Sin embargo apareció ahorcado en la localidad de Las Talitas y desde la justicia ya descartaron que se haya colgado por sus propios medios. O sea se trató de un homicidio.
Desde la Fiscalía II de Homicidios, a cargo de Adriana Giannoni, informaron a la prensa tucumana que por la edad del pequeño no se puede hablar de suicidio sino que de macabro asesinato. "Descartamos que el menor se haya colgado por sí solo, entendemos que participó una persona mayor que él. Es muy poco probable que lo haya hecho por sí mismo. La licenciada Silvia Morales (psicóloga que participó de la investigación) sostiene a esa edad un niño ni siquiera concibe la muerte, así que entendemos que hubo un homicidio", indicaron en La Gaceta.
En este contexto ahora se investiga si fue víctima de un abuso sexual o de qué otro aberrante hecho. Ante esto será fundamental lo que indique la autopsia. Aunque todavía no fue confirmado, los primeros indicios hacen presuponer a los investigadores que el pequeño no sufrió un ataque sexual, previo a su muerte.
Los pesquisas no descartan ninguna hipótesis y la búsqueda de pruebas se orienta primera hacia el entorno familiar y vecinal de la víctima. Por lo pronto se sabe que el niño no era de alejarse de su casa por lo que no descartan que alguien se lo haya podido llevar engañado.
"Ya vengo, voy a jugar" habrían sido las últimas palabras que Benjamín le dijo a su abuela. Para afirmar la idea de que podría haberse ido con un conocido, Francisco Peñalva, su abuelo, comentó anoche que "alguien lo ha seguido. Él no se va ir solo al monte, lo han llevado".
