Quizás sea el caso más grotesco de abuso de menores de la historia argentina reciente. Esta noche, la Jefatura Distrital Berazategui de la Policía Bonaerense detuvo en Bernal a G., de 45 años, maestra, madre de dos hijos de 7 y de 13 años, en un operativo bajo las ordenes del fiscal Daniel Ernesto Ichazo.
G. se hizo la sorprendida mientras la esposaban. "Sabe por qué venimos", le dijo un efectivo. Le leyó la imputación: producción y distribución de pornografía infantil, videos que mostraban abusos de niños, también de los delitos de abuso sexual con acceso carnal agravado, corrupción de menores agravada.
G. se quedó callada y subió al móvil. La Justicia tenía cerca de cien videos que la mostraban a ella practicándole sexo oral a un menor, a un niño, montándolo, clips que van de diez segundos a tres minutos. Ese menor, según apuntaron fuentes del expediente a Infobae, es su propio hijo, el más chico, el de 7, que sufre de una discapacidad motriz.
Esos videos, según la imputación en su contra, G. se los enviaba a su novio: un narco.
El año pasado, Gendarmería detuvo en Zapala, Neuquén a D.L, de 44 años, supuesta pareja de G., en el marco de una causa por drogas. Le encontraron su celular y revisaron su cuenta de WhatsApp: los videos provenían siempre del mismo teléfono. El rastreo al titular llevó al nombre de G. y a su dirección. El fiscal Ichazo, a cargo de una UFI especializada en pornografía infantil y trata de personas, recibió el oficio ayer por la mañana. La detención de G. se generó en cuestión de horas.
El menor abusado fue encontrado en la casa y puesto a resguardo. Será analizado por personal del Cuerpo Médico; una tía suya lo acompaña. Su hermano mayor, por lo pronto, no aparece en los videos. Mientras tanto, G. aseguró al ser esposada que daba clases en una institución educativa. No se descarta la existencia de otras víctimas.
El operativo en la casa de G. continuaba al cierre de esta nota a las 21 horas del viernes.