"Andá a decirles que me duele, que no puedo aguantar más". Ésas son algunas de las últimas palabras que pronunció Juan Carlos Borini, poco antes de morir en la sala de espera del hospital Centenario de Rosario. El hombre de 64 años había ido al nosocomio porque venía sintiendo un fuerte dolor en el pecho que no lo dejaba respirar bien. Después de cinco horas de haber llegado allí, murió de un paro cardiorrespiratorio esperando a ser atendido.
Silvia, su esposa, relató que le pedía a los médicos y enfermeros que lo atendieran pero ninguno se ocupó de él. "¿No lo podés atender? Porque no lo veo bien. Me dijeron que no porque adelante tenía ocho personas. Me dijeron que estaban saturados y que no me podían dejar pasar", recordó la mujer de 52 años en diario Clarín y luego subrayó: "No lo puedo creer. No caigo".
La mujer de Carlos relató cómo fueron sus últimas horas antes del trágico desenlace y cómo fue una verdadera odisea conseguir el diagnóstico de los médicos. Todo comenzó el lunes 22 de julio. Ese día Silvia acompañó a su pareja al hospital Centenario para ser atendido porque él no se sentía bien. En aquel nosocomio, meses antes había sido tratado de una úlcera en una pierna que provocó una infección, y la posterior amputación.
Al llegar, los enfermeros le informaron que debía esperar alrededor de nueve horas a ser atendido porque habían muchos pacientes antes. Ante esto, ambos se fueron a la casa. Sin embargo, el malestar se acrecentó y en la casa llamaron al sistema de emergencia de ambulancia.
"Lo revisaron y me dijeron que le entraba bien aire en los pulmones y que lo lleve a control al otro día", relató Silvia que el martes 23 de julio lo llevó nuevamente al hospital... pero esta vez no saldría con vida de ahí.
"Me tocó la mano. Pero estaba muy quietito y me parecía raro porque si no a cada rato me llamaba. A los cinco minutos le levanto la gorrita y ya se le caía la baba. Estaba muerto", detalló la esposa quien pidió que el Gobierno tome cartas en el asunto y que la justicia intervenga.
"Yo quiero justicia, nada más. No puede ser esto. Así como me pasó a mí le va a pasar a mucha gente. Voy a mover cielo y tierra para tener justicia", agregó.
Las autoridades abrieron un sumario administrativo por la muerte del hombre de 64 años en la sala de espera y el Ministerio de Salud reconoció una demora "importante", pero planteó que no existían síntomas en el cuadro que permitieran esperar un desenlace fatal. Lorena Frontini, titular del Hospital Centenario de Rosario, dijo que "se están analizando todas las circunstancias relacionadas al caso" y que la muerte del hombre ocurrió en un período "de alta demanda de atención" en centros médicos.