Dolor

Luis Testa: “Estoy peor ahora, voy cayendo en la realidad”

El papá de Julieta contó cómo vive el dolor a medida que pasan los días. El tierno recuerdo de su hija.
sábado, 13 de julio de 2019 10:16
sábado, 13 de julio de 2019 10:16

“Estoy peor ahora, voy cayendo en la realidad”, cuenta Luis Testa en diálogo con Los Andes. Su apellido, como tantas otras veces, esta semana tuvo espacio en los medios de comunicación y se instaló en el comentario popular. Ahora no fue por un nuevo capítulo de su destacada trayectoria en el voley, sino por la peor de las situaciones que puede pasar una persona: la muerte de un hijo. 

Su hija Julieta, de 25 años, falleció en un accidente de tránsito el lunes en el Acceso Sur, tras el vuelco de la camioneta que manejaba Sergio Masso (20), el novio de la joven. 

Con mucha fortaleza y un sentido de la racionalidad llamativo para el momento que atraviesa, Luis enfrenta la situación. “Hoy estoy muy mal. Estuve con Sergio y hace un rato fui a la morgue judicial para retirar las pertenencias de mi hija. Es todo muy duro”, confiesa. 

-¿Cómo fue ese encuentro con el novio de Julieta en la comisaría?

-Me sirvió estar con él, escucharlo y que me cuente qué pasó. También quise aliviarle la culpa que siente. 

-¿Le explicó cómo fue el accidente?

-Me dijo que ella venía descompuesta y que ya habían parado varias veces con la camioneta. Parece que él quiso acariciarle la espalda, ahí se desconcentró y ya se despertó tirado en el piso. Venían rápido. 

“Me pidió perdón, yo le dije que no tenía nada que perdonarle. Mi hija decidió subirse a la camioneta con él y pasó lo que pasó”, agrega Luis, revelando parte de esa conversación tan íntima. 

“Con mi otra hija le habíamos dicho que si él estaba ebrio no se subiera a su auto. Él tomaba demasiado, era una de las peleas que teníamos con ella”, confiesa Testa. A Masso el control de alcoholemia posterior al hecho le arrojó 1.41 gramos de alcohol en sangre. 

En una postura distinta a muchos de los casos policiales, Luis no pide justicia ni cárcel para nadie. Para él, lógicamente, lo importante pasa por otro lado. “No me interesa lo que pueda pasar. Que sea lo que tenga que ser. A mi hija no me la devuelve nadie. Sé que el duelo pasa por distintas etapas y no sé como pueda estar de acá en adelante. No creo que tenga sentimientos de bronca, no gano nada con rencor, si eso me pasa me voy a terminar enfermando”. 

-¿Cómo era Julieta?

-Una chica alegre, efusiva y temperamental. Era transparente, decía las cosas sin filtros.

Tenía un corazón enorme, era buena compañera y amiga.

Los recuerdos se agolpan: “Vivíamos juntos. Mi ex mujer vive cerca de mi casa y ella estaba con los dos. Estábamos muy unidos con ella y mi otra hija, Agustina (20)”. 

-También compartían la pasión por el voley.

-De todo hacíamos juntos. Estábamos en el voley, entrenábamos, ella era mi personal trainer. Pasábamos mucho tiempo. 

-¿A Sergio y a su familia los conocía? 

-A la familia no, lamentablemente los conocí por esto. A Sergio sí. Hacía casi un año y medio que estaba con mi hija. 

-¿Y cómo seguirán las cosas con él?

-Yo creo que va a salir adelante. Cuando lo vi, le pedí que se pusiera bien. Ojalá esto le sirva a otros jóvenes. Yo pido que se empiecen a hacer controles en los boliches o en las fiestas para que no manejen borrachos. 

El lugar que acobijó a los dos  

En 2011, Luis Testa -nacido en San Luis pero mendocino por adopción- inauguraba la Fundación San Martín de Porres, un sitio que años después recibiría también a Julieta. 

Este proyecto comenzó como una escuela de voley dedicada a la enseñanza exclusiva de este deporte. Se instaló en el polideportivo del Instituto Santa Rosa de Lima, en Rodeo de la Cruz, Guaymallén. Tiempo después conformó inferiores y el equipo de primera división. Y allí Julieta jugó hasta sus últimos días. 

La Fundación también fomenta el proyecto de voley inclusivo con el programa “Superando Barreras”. Luis sigue al frente de esto, más allá de que recientemente fue el entrenador de la Selección Argentina Sub 19 que salió subcampeona en el mundial. Este logro fue uno más en su exitosa carrera, que lo ha tenido integrando varios clubes mendocinos.

El fiscal que interviene en el caso del siniestro vial que le costó la vida a Julieta Testa (25) el pasado lunes dio lugar al pedido de prisión domiciliaria para el novio de la víctima fatal, Sergio Masso (20), quien conducía en estado de ebriedad la camioneta que volcó en el Acceso Sur.

El fiscal accedió al pedido debido a la “situación psicológica” del joven, explicaron fuentes judiciales. Además, fijó una fianza de un millón de pesos y el uso de pulsera electrónica para concretar la medida.

Masso está imputado por el grave delito de homicidio simple con dolo eventual, que tiene penas de 8 a 25 años de cárcel. Entre las principales pruebas que lo comprometen está el test de alcoholemia que le realizaron tras el siniestro, el cual arrojó 1.41 gramos de alcohol en sangre. Además hay testigos que han declarado que la camioneta que manejaba el joven iba “muy rápido”.

Fuente: Los Andes 

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