La Cámara Nacional de Casación confirmó la condena de 15 años de prisión a un delincuente que intentó robar un auto en febrero del 2015 y, en su huida, arrojó del rodado a un bebé de un año, mientras que la hermana de éste, también menor de edad, escapó tirándose del vehículo, informaron hoy fuentes judiciales.
La sala I de la Cámara de Casación, que debió ser integrada por un cuarto magistrado, ya que los tres titulares no coincidieron sobre el delito que se debía atribuir al condenado, rechazó de esta manera un recurso que había presentado la defensa de Maximiliano Carlos Badín.
Prevalecieron Horacio Días y Patricia Llerena (que se sumó para definir), quienes coincidieron con el Tribunal Oral en lo Criminal 16 que condenó a Badín por "robo en concurso con homicidio, ambos en grado de tentativa", mientras que María Garrigós de Rébori y Luis García (ambos renunciaron luego de emitir su voto) votaron por agravar y atenuar la figura penal, respectivamente.
El hecho delictivo se registró pasadas las 19.30 del 19 de febrero de 2015 en la intersección de las avenidas La Plata y Asamblea, en el barrio de Parque Chacabuco, cuando Badín intentó robar una Renault Scenic, en la cual se hallaban a bordo tres menores de edad.
La maniobra fue observada por el padre de los niños que, de inmediato, comenzó a perseguir en una moto al delincuente.
Durante el juicio, se determinó que, para consumar el robo, Badín arrojó a un bebé de un año por la ventanilla trasera derecha del vehículo cuando el rodado, según las pericias, se desplazaba a 50 kilómetros por hora.
El niño golpeó contra el paragolpe de plástico de otro automóvil, pero si lo hubiera hecho contra el pavimento “seguramente se hubiera producido un resultado luctoso”, opinaron quienes se expidieron por confirmar el fallo del tribunal oral.
La defensa pretendía que se modificara la calificación de tentativa de homicidio por la de lesiones leves (como lo aceptó, en voto solitario, uno de los jueces de la Sala I de Casación.
Pero la mayoría, concluyó que Badín se tenía que haber representado el resultado muerte al arrojar del rodado, a esa velocidad, a un niño de esa edad.
La defensa argumentó también que el frustrado ladrón estaba bajo los efectos de estupefacientes, pero, basados en informes médicos, los camaristas afirmaron que, aún en esa situación, el condenado pudo comprender lo que hacía y la criminalidad de sus actos.
Fuente: Telam