Turismo

Los gigantes macizos rojizos maravillan Argentina

Recorriendo el mágico desierto, los colores más emblemáticos de la naturaleza relatan la historia de millones de años en el Parque Nacional Talampaya, declarada una de las 7 Maravillas Naturales de Argentina.
lunes, 3 de junio de 2019 15:40
lunes, 3 de junio de 2019 15:40

En el recorrido hacia este gigante de 215.000 hectáreas, el paisaje escénico permite sentirte único y protagonista de una naturaleza aún indómita, en ciertos tramos del camino. 250 kilómetros desde la capital riojana, y a 50 kilómetros de la ciudad de Villa Unión, en el Departamento Felipe Varela, te transportan hacia un lugar donde habitaron primero los dinosaurios y luego el hombre primitivo. 

La historia signó un pasado enriquecido por pueblos originarios y la naturaleza socavó cada rincón en sus rocas dejando al descubierto huellas del origen de la vida.  El inapelable trabajo del viento y la erosión, han dado forma a cada recodo del paisaje otorgándole caprichosas esculturas naturales de gran tamaño, fuera de toda escala humana, en ese inmenso desierto rojo, dando nombres propios a “El Murallón”, “Los Cajones” y “Ciudad Perdida”.

Años condensados de historia geológica en este parque declarado Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO, donde se recrea a escala real un sendero con las especies de dinosaurios que habitaban la zona, y donde además la esencia de un pasado originario deja al descubierto petroglifos que atesoran vestigios de las culturas Ciénaga y Diaguita, entre los siglos III y X de nuestra era, atestiguan su modo de vida mediante morteros cavados en la roca, utensilios y petroglifos tallados de animales como guanacos, pumas y ñandúes, como así también de seres humanos.

La historia signó un pasado enriquecido por pueblos originarios, y donde la naturaleza socavó cada rincón en sus rocas dejando al descubierto huellas del origen de la vida.  El inapelable trabajo del viento y la erosión, han dado forma a cada recodo del paisaje otorgándole caprichosas esculturas naturales de gran tamaño, fuera de toda escala humana, en ese inmenso desierto rojo, dando nombres propios a “El Murallón”, “Los Cajones” y “Ciudad Perdida”.

Bajo la normativa de la Administración de Parques Nacionales, las diferentes excursiones se realizan en vehículos y permanente asesoramiento de guías especialmente capacitados. El Cañón de Talampaya forma parte de la región del Valle del Bermejo, a pocos kilómetros de las localidades de Villa Unión y Pagancillo, lugares de tranquilidad y remanso para alojarse y disfrutar de la pasividad respirando aire precordillerano. 
En estos poblados donde la escénica paisajística se conjuga, con grandes macizos, en cada punto cardinal donde el turista se ubique a disfrutar del Dpto. Coronel Felipe Varela. El mismo, en el que aún hoy, como sello de identidad, pueden verse grandes casonas construidas en adobe o barro, algunos aljibes y grandes galerías, donde la hospitalidad y el cordial recibimiento hacen sentir a visitantes como propios, y donde la historia es narrada en primera persona.

Creado especialmente para contar la historia de los primeros habitantes del Período Triásico, y a lo largo de una senda de 230 metros, comienza un nuevo circuito que  por orden cronológico recrea las especies de dinosaurios que habitaban en la zona. 
Estas réplicas artísticas a escala natural, en fibra de vidrio y resinas sintéticas están dispuestas junto a pérgolas con bancos y señalética interpretativa, que permite conocer en detalle las características particulares de la flora y fauna que habitó en estas tierras, hoy Parque Nacional.

En la temática dispuesta se hace un recorrido por quienes antecedieron a los dinosaurios. Los arcosaurios fueron quienes habitaron la formación llamada Los Chañares. Estos primitivos ejemplares en el mundo responden a nombres como lagerpentón chañarensis, el lagosuchus talampayensis y el largenpentón. Un Centro de Interpretación Paleontológica posibilita que te permitas un viaje a la prehistoria, al inicio mismo de la tierra en un verdadero… “VIAJE A LOS ORIGENES “


MAGIA Y MISTERIO EN CADA RECORRIDO

En el Cañón de Talampaya, el recorrido comienza por el cauce del Río Seco Talampaya, donde los trayectos son realizados en cómodos y modernos vehículos dispuestos que detienen su marcha en cada una de las estaciones que componen este itinerario, en el que se realizan pequeñas caminatas para interactuar con la espectacular naturaleza del lugar.
A través de enormes paredones rojizos de 150 metros de altura, esta excursión te permite conocer la irregularidad de las paredes que se abren y cierran a cada paso, brindando una atmósfera de ensueño al viajero.

La primera estación llamada Petroglifos, podrás descubrir el lenguaje de nuestros antepasados prehistóricos en los grabados de piedra, que exponen milenarios dibujos y formas en relieve. Los rastros de otras culturas se encuentran también en loss extraños y misteriosos morteros de piedra enclavados allí.

La segunda estación, El Jardín Botánico, está situado en el medio del gran Cañón, y en ella se realiza una caminata por un bosque representativo de la ecoregión del monte, hasta llegar a la Chimenea, una geoforma característica tubular de 150 metros de altura, donde se puede escuchar el famoso “eco de Talampaya”.

La tercera estación es La Catedral Gótica, ubicada en la pared sur del Cañón. Este inmenso muro vertical de piedra, contiene formas que simulan las torres de una catedral gótica. Allí podrán detener la marcha y apreciar la magnificencia y bondad natural que legó un pasado milenario.

La última estación llamada El Monje. Se trata de una formación rodeada por piedras erosionadas de 40 metros de altura. El lugar es sobrecogedor e impactante y es el final de esta tradicional excursión, regresando al sitio de partida por el mismo camino transitado anteriormente.

Cañón Cajones de Shimpa, es una extensión de la primera con una duración de 3 horas y se realiza al regresar de la estación El Monje. A la altura de La Catedral se desvía el camino unos 6 kilómetros para poder acceder a la excursión homónima. Poblado de algarrobos donde el Cañón no supera los siete metros de ancho y los paredones rondan los 80 metros de altura.

CONTACTO ÍNTIMO CON LA NATURALEZA
Un Safari a bordo de un camión 4x4, te permite disfrutar a pleno la experiencia de sentir a pleno la naturaleza y la inmensidad del Cañón. En este vehículo de doble piso, y mientras saboreas un catering especialmente preparado para la ocasión puedes vivir la sensación de ser único protagonista de la historia narrada en primera persona.

Complejos y arenosos caminos con la adrenalina propia de sentirte el centro de una experiencia intransferible.

UN VIAJE HACIA LA AVENTURA
En este singular atractivo como reservorio del comienzo de la vida, es el sitio inmaculado que despierta gran interés a la hora de elegir vibrar al son de la naturaleza. Caminatas guiadas por escenarios de indescriptible belleza natural donde conviertes la decisión en realidad.

Provistos de un par de biloculares, una cantimplora con agua fresca y calzado cómodo, el trekking por lugares de insólita belleza, marca el inicio de este viaje a los orígenes de la tierra, donde el sonido de la naturaleza convierten el día en inolvidable. Un paseo de dos a tres horas hacia “Quebrada de Don Eduardo” es deslumbrante, donde la perspectiva –entre subidas y bajadas- te muestran un  paisaje absoluto y diferente a las clásicas vistas del parque. Simbiosis entre cuerpo, el medio ambiente y la ecología circundante. 

Siempre acompañados por un guía, es sugerente también recorrer en bicicleta este parque triásico,   dándote la posibilidad de estar en contacto permanente con el paisaje. Unas 25 bicicletas se encuentran disponibles para internarse en las dos propuestas que se realizan dentro del tradicional circuito y siempre acompañados por un guía. 
Altas cumbres, los nevados y las sierras sirven de marco ideal para la práctica de caminatas, paseos y recorridos en vehículos indispensables para cada camino.
 

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