Judicial

Video: así fue la confesión de uno de los detenidos por el crimen del diácono

Céspedes reconoció que tanto el diácono como él y su pareja forcejearon para "salvar sus vidas". Sobre lo sucedido tras el forcejeo, dijo que se fueron “ensangrentados”.
martes, 11 de junio de 2019 13:25
martes, 11 de junio de 2019 13:25

Uno de los dos jóvenes detenidos por el crimen del diácono Guillermo Luquín en Temperley grabó un video antes de entregarse, en el que confesó que lo mataron para defenderse de un ataque sexual y denunció que el religioso lo acosaba desde que tenía 15 años, informaron hoy fuentes de la investigación.

En el video que grabó antes de quedar anoche detenido en la comisaría de Villa Galicia y que fue difundido a la prensa por su propia familia, Roberto Javier Céspedes (19) dio una versión en la que se coloca junto a su novio Leonel Iván Martínez (20) -también detenido- como víctimas que actuaron en legítima defensa.

“Empezó esto cuando tenía 15 años e iba para el colegio. El diácono se acercaba cada vez que yo salía de mi casa acosándome, preguntándome si necesitaba algo, si quería ir a tomar un café. El chabón seguía insistiendo en que quería tener algo conmigo”, relató en el video de siete minutos y medio al que accedió Télam.

“Esto lo hablo por si me quieren hundir. Yo me estoy entregando voluntariamente a declarar, como corresponde, como toda persona que se tiene que hacer cargo de lo que hizo”, explicó Cèspedes.

El joven contó que Luquín lo contactó “por Telegram”, lo invitó a su casa para “una charla” y tomar algo “porque se sentía muy solo” y que cuando él le dijo que estaba con su novio, le respondió que no tenía problemas en que fueran los dos.

Según el joven, llegaron cerca de las 23.57 y el diácono les ofreció una gaseosa, hasta que les dijo que “tenía unos cuadros en la habitación” y les preguntó si los querían ver.

Cèspedes dijo que su pareja fue al baño y él al cuarto: "Cuando estoy entrando a la habitación lo encuentro a Guillermo que se estaba masturbando en la cama con todo el cuerpo obviamente desnudo, a lo que le digo que lo que estaba haciendo era una falta de respeto, que no era lo acordado”-

Según el joven, Luquín “se sintió ofendido” y allí se inició la pelea: "“Empezó a forcejear conmigo, como para obligarme a tener relaciones con él. Me empuja contra la cama, me baja el pantalón y me mete el dedo en la cola”, agregó.

El joven explicó que, al escuchar ruidos, su novio Martínez salió del baño, fue a la habitación, se sumó al forcejeo para defenderlo, pero aún así no lograron “sacarlo de encima”.

Qué dijo Roberto Javier Céspedes en el video:

"Hola, qué tal, yo me llamo Roberto Javier Céspedes. Hablo por el caso del crimen de Guillermo, el diácono asesinado en Bombero Ariño 829.

Empezó esto cuando yo tenía 15 años e iba al colegio. El diácono se acercaba cada vez que yo salía de mi casa, acosándome. Preguntándome si necesitaba algo, si quería ir a tomar un café, si quería ir acercarme al colegio, a lo que yo siempre respondía que no. Yo seguramente pensaba que me iba a preguntar una dirección, porque no solía acercarme solo a coches que no conozco.

Le dije eso, el chabón seguía insistiendo en que quería tener algo conmigo. Me pasó su número, me dijo que se llamaba Guillermo, que trabajaba en el Banco Provincia, que si tenía alguna dudita o algún trámite, que recurra a él. Me dijo que anote su número, a lo que yo dije que no, que no necesitaba anotar su número, que realmente no me interesaba. Bueno, pasó.

Esto lo hablo más que nada por si me quieren hundir. pero yo me estoy entregando voluntariamente a declarar, como corresponde, como cualquier persona que se tiene que hacer cargo de lo que hizo.

Llega la noche del sábado, el chabón me contactó por telegram, nos invitó a que tengamos una charla con él, a que tomemos una coca, que tomemos una coca porque se sentía muy solo.

Yo estaba con mi pareja. Le conté a él que tenía novio, una pareja. Que si en todo caso le molestaba que acudiera a la reunión con él, a lo que me dijo que no, que ningún tipo de problema.

Bueno, llegamos a eso de las 23:57. Nos recibió Guillermo. abrió la puerta, entramos. Nos quedamos en el living, nos ofreció una coca, una gaseosa. tomamos, más que nada tomé yo. mi pareja no tomó.

Hablando, nos preguntó cómo estábamos, cómo nos fue en la semana, le contestamos que bien y le preguntamos a él cómo les fue y nos dijo que estaba bien. Nos dijo que tenía unos cuadros en la habitación de él, si los queríamos ver. Le dijimos que sí, que no había ningún tipo de problema. Mi novio va a lo que es el baño y yo con él voy hacia la habitación, donde nos muestra los cuadros.

Mientras tanto, la gaseosa quedó en la mesa. yo tomé. Cuando mi novio se va al baño le digo 'Guille, esperame acá que voy a tomar más coca', me dice 'bueno, dale'.

Cuando termino de tomar la coca, me llevo el mismo vaso, la copa, creo que era la copa, la llevo y la recuesto en la punta del mueble.

Cuando estoy entrando a la habitación., lo encuentro a Guillermo que se estaba masturbando en la cama, con todo el cuerpo obviamente desnudo, a lo que le digo que lo que estaba haciendo era una falta de respeto, que no era lo acordado. nosotros habíamos acordado comer una pizza, tomar un café o tomar una coca y charlar.

Él más que nada nos quería meter en su religión, de diácono y no sé qué. Nos quería llevar por esa parte. Sí, le dijimos que nos interesaba el tema, nos interesaba saber de Dios.

Después de que yo le digo que era una falta de respeto lo que había hecho, se sintió ofendido. y bueno, empezó a forcejear conmigo como para obligarme a tener relaciones con él. Me empuja contra la cama, me baja el pantalón y me mete el dedo en la cola.

Cuando me mete el dedo en la cola, sale mi novio del baño, porque escuchó el ruido. Él estaba forcejeando conmigo, Guillermo. Bueno, empezamos a forcejear, me empiezo a defender, alejándolo como para sacarlo de encima. No pudimos.

A todo esto, Guillermo tenía un cuchillo en la mano, el estaba apoyado encima mío. entonces yo… voy a querer sacarle, porque me quería chupar el cuello, sacarle la cabeza. el chabón me muerde, me muerde con su boca, esa es la marca del diente, y bueno, viene mi novio, lo empujó, lo quiso sacar de encima mío, no pudimos, obviamente entre los dos lo quisimos sacar.

Él me quiso clavar un cuchillo. Cuando se da vuelta para ver qué era lo que había pasado, quién lo había empujado para sacarlo de encima, ahí fue cuando forcejeamos con el cuchillo que tenía él. Él me lo quería clavar a mí, entonces yo lo tomé por la muñeca. Él me lo quería clavar a mí y entonces yo, con la misma mano de él, obviamente, mi mano sobre su puño, se lo llevé hacia el lado de la carótida.

Obviamente hubo indicios de forcejeo y lucha en la habitación. obviamente, él para tratar su vida y obviamente que yo y mi novio también para hacer lo mismo, y bueno eso.

El chabón siempre nos hacía preguntas. Sacando el tema de la religión, nos hacía siempre preguntas sexuales, como por ejemplo si me gustaría un trío o si me gustaría estar con una persona mayor de edad. Nosotros siempre contestábamos que no y evadíamos el tema con otro tema. Por ejemplo, cómo te va en el trabajo. Nos había contado que trabajaba en el banco.

Y bueno, pasó eso. nos retiramos, obviamente ensangrentados. yo me dirijo para el lado de mi casa. Salí. dejé la puerta con la llave del lado de adentro, y bueno, salimos por Bombero Ariño hacia Allemandri, de Allemandri hacia Zeballos y de Zeballos hacia 14 de julio para el lado de mi casa. Nos fuimos para mi casa.

Estábamos con miedo, no le queríamos contar a mi mamá. Tuvimos que saltar el techo de mi casa. Nos bañamos en mi casa y bueno, pasaron una o dos horas hasta nos sentamos a contarle a mi mamá y mediante mi hermana nos ayudaron para hacer lo correcto, que es lo que estoy haciendo ahora.

Me voy a entregar a la Justicia, como corresponde y hacerme cargo de lo que sea. Bueno, eso es todo.

 



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