La abuela de Bianca Godoy, la nena de cuatro años que murió el viernes último en la localidad bonaerense de Máximo Paz, en el partido de Cañuelas, como consecuencia de una serie de golpes recibidos y con lesiones compatibles con una violación, aseguró que está "muerta en vida" y que quiere "justicia" y que le den la posibilidad de ver cómo pagan los culpables de este aberrante hecho.
Bianca Roldán sostuvo que para su hija, Viviana Beatriz Roldán, y su concubino, Federico Sebastián Espinosa, quienes están detenidos por el crimen, la nena era un "problema" y que por tal motivo, más de una vez se ofreció a educarla. "Si la nena te molesta, dámela. Yo la voy a mantener", afirmó que le dijo en más de una oportunidad.
La mujer contó que "no tenía contacto con su hija" y que le había prestado su casa para que viva, ya que prefería que su familia tenga un hogar. "Yo no la crié a ella para que haga estas cosas", agregó entre lágrimas.
Además, aseguró que su hija "estaba amenazada por su pareja" y que ella "nunca aceptó la relación". "Tengo dolor, vergüenza y odio", finalizó la mujer que reiteró su pedido porque se esclarezca los hechos.
Bianca era víctima de la crueldad de quienes debían cuidarla desde mucho tiempo antes, porque su cuerpo presentaba “signos de abuso sexual de larga data”, golpes, huellas de cinturonazos que le fueron aplicados con violencia, hematomas en la región craneana y marcas compatibles con mordeduras, lo que comprueba su infernal calvario.
Familiares de la niña dijeron que la infortunada víctima era quemada con cigarrillos en el interior de la finca en la que residía junto a su madre y a su padrastro.