Historia

A dos años de la desaparición del ARA San Juan, el dolor y la incertidumbre sigue presente

Hoy, aquellos que más los conocieron, no recuerdan sólo un naufragio, sino también el día en el que sus vidas cambiaron para siempre.
viernes, 15 de noviembre de 2019 08:11
viernes, 15 de noviembre de 2019 08:11

Una pérdida lamentable y la espera de los familiares de los 44 tripulantes que aguardan por la verdad constituyen el panorama del hundimiento del submarino ARA San Juan de la Armada Argentina.

"Ingreso de agua de mar por sistema de ventilación al tanque de baterías N° 3 ocasionó cortocircuito y principio de incendio en el balcón de barra de baterías. Baterías de proa fuera de servicio al momento en inmersión propulsando con circuito dividido. Sin novedades de personal. Mantendré informado", comunicó el comandante del ARA San Juan, el capitán de fragata Pedro Martínez Fernández a la 7.30 del 15 de noviembre de 2017.

Esa fue la última comunicación que se produjo desde el submarino con la base naval de Mar del Plata, cuando la nave se encontraba a 432 kilómetros de la costa patagónica, a la altura del Golfo San Jorge. Un año y dos días después, la nave fue encontrada hundida en lo más profundo del mar y sin posibilidad de rescatar los cuerpos.

“La vida sin mi hermano, Hernán Ramón Rodríguez, acá en Mendoza, es difícil. De chiquitos nos quedamos solos cuando murieron mis padres- Él tenía 2 años y medio cuando yo -que soy 5 años mayor- me hice cargo. Lo cuidaba mucho, lo ayudaba a hacer los deberes, ir a la escuela, hacer la comida”, le cuenta Claudio Rodríguez a Infobae, maestro, a pocas semanas de Navidad y Año Nuevo, fechas que para él eran sinónimo de reencuentro con Hernán en Mar del Plata, que hoy se traducen en una silla vacía.

“Me gustaría que se lo honre como héroe de la patria y que se haga justicia”, reflexiona sobre de qué forma le gustaría que se recuerde a su hermano. Y agrega: “Que cada plaza, cada calle, cada barrio, cada lugar, cada equipo que se le ponga el nombre de ARA San Juan, sea para honra de ellos, que estaban cuidando nuestra soberanía nacional. Me gustaría también que este 15 de noviembre los argentinos pongan las banderas en la puerta de las casas para acompañarnos”.

Paola es la esposa de Celso Oscar Vallejos, sonarista del ARA San Juan y en diálogo con Infobae a sólo tres meses de la desaparición no titubeaba al sostener: “Mi vida paró ese 15 de noviembre”.

Con Oscar tuvieron tres hijos de 12, 9 y 3 años. Junto a ellos el año pasado recibió la noticia de que la compañía Ocean Infinity había encontrado a 907 metros de profundidad, a unos 500 kilómetros de Comodoro Rivadavia, al ARA San Juan. La Armada Argentina lo confirmaba a las 20:04 de ese mismo día.

“Mi vida sin Oscar está incompleta, me falta mi compañero, mi amigo, mi confidente, mi gran amor, el papá de mis hijos”, dice hoy a dos años de aquel día en que todo se detuvo.

Y es que los familiares no extrañan héroes. “Lo que extraño de él son sus abrazos, su voz, sus ‘gorda te amo’, sus comidas, los mates, nuestras charlas a la hora de la merienda junto a nuestros hijos”, comparte Paola, sobre un sentimiento que se multiplica en las familias de los 44 del San Juan, en recuerdos y detalles que van mucho más allá de los 15 de noviembre.

La última comunicación

El 8 de noviembre, la nave había partido desde Ushuaia en una misión de patrullaje por el litoral marítimo argentino, y se sabe que un día antes de su desaparición reportó un desperfecto eléctrico y un principio de incendio en su sala de máquinas que resultó subsanado por la tripulación.

Dos días después de haber informado su última posición, el Gobierno argentino reconoció el extravío de la nave, y activó el protocolo SAR para la búsqueda y rescate de embarcaciones.

El Poder Ejecutivo solicitó ayuda internacional y navíos de Argentina, Alemania, Brasil, Chile, Colombia, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Noruega, Perú, Uruguay y Rusia participaron de un operativo que se desplegó en un área de más de casi 500 mil kilómetros cuadrados.

Con las operaciones en marcha, el 23 de noviembre, el vocero de la Marina, el capitán de fragata Enrique Balbi, informó a la prensa que la Marina de los Estados Unidos y la Organización del Tratado para la Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBTO), con sede en Viena, Austria, habían detectado "un evento anómalo, corto y consecuente con una explosión/implosión" en la zona por la cual navegaba el sumergible.

Una semana después, el Gobierno anunció oficialmente que no había posibilidades de encontrar sobrevivientes y que se había cubierto la totalidad del área de búsqueda. Sin embargo se negó a declarar duelo nacional hasta no tener al menos una fotografía del ARA San Juan hundido en el fondo del mar.

Mientras se conformaba una Comisión Bicameral en el Congreso, el ministro de Defensa, Oscar Aguad, dispuso a fin de 2017 el pase a retiro del jefe de la Armada, el almirante Marcelo Srur, y su reemplazo por el vicealmirante José Luis Villán.

A los pocos días de ocurrida la desaparición de la nave, se inició en el juzgado federal de la ciudad santacruceña de Caleta Olivia una causa por averiguación de ilícito que quedó a cargo de la jueza Marta Yáñez.

Un grupo de familiares de los marinos del ARA San Juan se presentaron como querellantes en la investigación, con la representación de Luis Tagliapietra, padre de Alejandro, un teniente de corbeta que tripulaba el sumergible, y el 17 de noviembre de 2018, la nave fue encontrada, hundida en un lugar de difícil acceso.

 

Comentarios