“Iba directo a sacarme a mi hijo, no me quería robar. Me dijo que tenía un arma y me repetía ‘dame al nene’”, explicó aún conmocionada una joven madre de 27 años que debió forcejear con un hombre que le quiso robar a su pequeño hijo de 3 años en el barrio Melipal.
El insólito episodio que vivió Agustina junto con su hijo ocurrió el jueves alrededor de las 13:30. “Había dejado a mi nena más grande en la escuela e íbamos caminando por la calle El Jarillal hacia la casa de mi mamá”, recordó la joven.
Mientras Agustina caminaba con su hijo de la mano por la vereda, vieron a un motociclista que circulaba por la calle en contramano. “Se me quedó mirando, yo seguí y cuando vuelvo a mirar lo tenía al lado mío y se quería llevar a mi nene”, aseguró la joven madre.
Pese a su intento de protegerlo poniéndose al frente, el hombre agarró al nene de un brazo y comenzaron a forcejear. “Mi nene lloraba y no entendía nada. Como pude, lo volví a poner atrás mío y el hombre se me tiró encima. Ahí le pegué una patada”, relató Agustina, quien confió que en medio del forcejeo se le cayó el celular y terminó siendo lo que salvó a su hijo.
“Como vio que se me cayó, me robó el celular y se escapó en la moto”, afirmó la joven, que a pesar de gritar y de ver que un vecino observaba la escena, no recibió ayuda en ese momento. Recién cuando el atacante se fue, una mujer la socorrió y alertó a la Policía.
“En el momento no sabía qué hacer, fue una situación horrible. Aún no sé cómo lo soltó, porque iba con las ganas de llevárselo”, resaltó Agustina.
En el lugar, efectivos policiales le tomaron los datos y la trasladaron a la Comisaría 21, donde finalmente radicó la denuncia que, a pesar de la gravedad del hecho, fue recepcionada sólo por el robo del celular y no porque intentaron llevar a su hijo.
“Los policías me dijeron que me quede tranquila, que habían comenzado la investigación”, explicó.
Agustina sostuvo que si volviera a ver al hombre lo reconocería, y que su pequeño hijo todavía está asustado por lo que pasó.
“No puede dormir de noche y yo ya no quiero ni salir. Siempre me manejé caminando, pero tengo mucho miedo de que nos pueda pasar algo”, confió y agregó: “Una nunca se imagina que le van a querer robar a su hijo”.
Fuente: LMN
