La revista de la Sociedad de Trasplantes de Estados Unidos ha publicado el trabajo de varios médicos de Holanda y Alemania en el que exponen un caso poco frecuente de trasmisión del cáncer a través de la donación de órganos. Cuatro pacientes sufrieron esta enfermedad y tres de ellos murieron tras recibir trasplantes de una mujer de 53 años fallecida por un infarto cerebral en Holanda en 2007 y en la que no se había detectado la enfermedad. A la donante se le practicaron los controles médicos rutinarios tras su fallecimiento y no se detectó ningún marcador tumoral, por lo que sus riñones, pulmones, hígado y corazón fueron extraídos.
El primer receptor afectado fue una mujer de 42 años que había recibido ambos pulmones y a la que se diagnosticó un cáncer de mama con metástasis en otros órganos, tan solo 16 meses después de la operación. Los análisis de ADN determinaron que las células tumorales que mataron a la mujer provenían de la donante, por lo que la organización Eurotrasplant alertó del caso en enero de 2010.
La receptora del riñón izquierdo falleció también a causa de la enfermedad en 2013. Poco después, en 2014, murió la mujer trasplantada con el hígado de la donante. Esta fue alertada de la presencia del tumor de mama en 2011, pero se negó a que le extrajeran el órgano.
Un hombre de 32 años, receptor de otro riñón, fue alertado también de la situación. En este caso, se le extrajo el órgano, recibió tratamiento contra el cáncer con éxito y sigue vivo.
La paciente sufría “micrometástasis” en cada uno de los órganos donados que pasaron inadvertidas a los controles médicos, señala el estudio. Las personas que reciben un órgano trasplantado reciben fármacos que suprimen su sistema inmune para evitar rechazos. Este hecho favoreció que las células tumorales se expandiesen con más facilidad y causasen metástasis en los receptores.