Conciente de que la crisis cambiaria del dólar pegará fuerte en la inflación con un importante impacto en los sectores sociales más desprotegidos, en el paquete de medidas económicas que ordenó instrumentar en lo inmediato el presidente Mauricio Macri figura un amplio abanico de herramientas tendientes a contener la pobreza bajo tres grandes rubros: aumentar el ingreso de la Asignación Universal por Hijo (AUH) con un bono especial, el refuerzo de los programas alimentarios, la ampliación del control de precios para productos de la canasta básica y una transferencia de fondos sociales a las provincias.
Macri encomendó en las últimas horas a la ministra de Desarrollo Social Carolina Stanley y al titular de la ANSES Emilio Basabilvaso armar un plan destinado a reforzar la ayuda social con el respaldo de la cláusula especial del acuerdo del FMI que contempla flexibilizar los fondos destinados a los más pobres.
"Hay una comprensión acordada de que los programas sociales no sólo no se van a recortar sino que se reforzarán para que la situación social esté controlada en estos momentos de crisis", explicó a Infobae un allegado al Presidente.
De esta manera, en el paquete de medidas económicas que saldrán de la ANSES y de Desarrollo Social el Gobierno está dispuesto a reforzar los programas alimentarios en todo el país. Hay un dato crucial que se propagó en los últimos meses y es que en los comedores escolares creció la cantidad de personas necesitadas de esa ayuda alimentaria.
"En muchos barrios del conurbano ya no sólo los chicos aparecen en los comedores escolares sino los padres y hermanos más grandes", explicó a Infobae un funcionario del Ministerio de Desarrollo Social.
No hay por ahora intenciones de la Casa Rosada de aumentar las asignaciones familiares más allá del incremento programado para octubre como se hará también en las jubilaciones y pensiones.
Por otro lado, se evalúa en el gobierno la posibilidad concreta de anunciar mañana un "bono especial" para los beneficiarios de la AUH para reforzar este programa que llega a todo el país a unas 4,5 millones de personas.
Se avanza en paralelo con un crédito del Banco Mundial en la idea de ampliar la cantidad de beneficiarios de la AUH. Según datos oficiales se estima que el 80% de las familias que reciben esta ayuda no tienen más de dos hijos. Pero la idea del Gobierno sería ampliar la cantidad de beneficiarios para llegar a sectores que han quedado excluidos por diversos motivos de este sistema.
Por otra parte, se buscaría transferir fondos alimentarios a las provincias en función a la cláusula especial acordada con el FMI que prevé unas ampliación presupuestaria en el 2019 para el rubro social.
La ministra Stanley se reunirá mañana en Buenos Aires con una veintena de ministros de Desarrollo Social de las provincias para discutir la transferencia de fondos para que los gobernadores manejen diversos programas alimentarios reforzados.
En rigor, la reunión de Stanley con sus pares de Desarrollo Social de las provincias estaba pautada desde hace dos semanas. Pero la crisis desatada aceleró los tiempos y condicionó este encuentro para discutir entre la Nación y los gobernadores la ayuda social.
En el Gobierno admitieron abiertamente a Infobae que la crisis cambiaria impactará fuerte en los sectores pobres por el traslado de la inflación en el precio de los alimentos.
En este sentido, se evalúa ampliar el listado de alimentos y marcas sometidos al programa de precios cuidados de los productos de la canasta básica. Actualmente hay unos 500 productos sometidos a este esquema de "precios cuidados". La idea de Desarrollo Social que ya la trasladó para su aplicación al Ministerio de Producción es que haya más productos y primeras marcas incluidos en este plan de control de precios.
Entre los referentes de la oposición y el sector académico aseguran que el impacto de la escalada del dólar en los sectores sociales más bajos se sentirá con una pérdida notable del ingreso por los programas sociales en función a una escalada mayor de la inflación.
El director del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina, Agustín Salvia, explicó que el impacto central de la crisis del dólar se trasladará a un índice de pobreza mayor al que dio el INDEC que fue del 28%. De esta manera, se prevé que para octubre el nivel de pobreza alcance el 30% en la Argentina y se regrese así a los parámetros que había cuando Macri inició su gobierno en el 2016.
Fuente: Infobae.