El caso del presunto abuso de una alumna de 4 años del colegio católico Leonardo Murialdo sigue avanzando y durante el fin de semana concluyó el peritaje al celular del único imputado, un celador de la institución, y lo encontrado en el dispositivo levantó polémica. Además, la menor fue sometida nuevamente a una Cámara Gesell.
El análisis al móvil reveló que el detenido visitaba de manera recurrente sitios pornográficos. El acusado habría ingresado a estas páginas unas 4.000 veces entre los días previos y posteriores al ataque sexual denunciado.
“Efectivamente se agregó un informe del celular del mismo, donde surgirían búsquedas de material pornográfico, lo cual tenemos profesionales que nos asisten y no necesariamente lo convierten a él en un atacante sexual. Exclusivamente no buscaba colegialas, dentro de esta búsqueda se hace referencia a esto pero no es exclusivamente”, aseguró a Canal 7 Javier Pereyra, abogado defensor .
“Al perfil de él lo va arrojar una pericia psicológica que se le está realizando, los rasgos de su personalidad. Esa pericia es más importante que la aparición de los videos”, sentenció Pereyra.
Sin embargo, el abogado querellante, Gastón Andino, contradijo a su colega al asegurar que este hallazgo si es relevante para el caso, ya que el hecho se produjo dentro de una institución educativa y el acusado orientaba sus búsquedas con “la terminología colegialas”.
“Es impresionante la cantidad de sitios de pornografía que visitaba el imputado, como él dijo (por el abogado defensor); la terminología es colegialas y ahí se derivan en una serie de videos o títulos, como el que me causó ruido: cazador de colegialas”, argumentó Andino a ese medio.
“El imputado visitaba esas páginas durante la jornada laboral, dentro de la institución educativa, es por eso que no entiendo esa postura de que no refleja la personalidad del acusado porque no solo lo hace, sino que refleja la peligrosidad de las situaciones que a él lo excitan. Yo entiendo que son muy importantes para la causa”, sentenció el abogado de la familia de la víctima.
La nena de 4 años describió a su agresor como un hombre “con avispas en la cara", haciendo referencia a unos particulares lunares de carne que el empleado de mantenimiento detenido tiene en su rostro. Según explicó a Los Andes la madre de la pequeña, la niña ha dicho -incluso en su declaración en cámara Gesell- que fue agredida por un hombre de tez morena, de unos 40 años, que vestía ropa de trabajo.
Ahora en una nueva declaración en Cámara Gesell, la menor “ya ha determinado hasta el lugar, se sigue con la hipótesis de que fue en el baño del colegio, y ya aportando características físicas de la persona que esta imputada. Tampoco coincidimos con la defensa y creemos que si se apartado los datos suficientes para poder individualizar a esta persona”, aseguró Gastón Andino .
