Violencia

Tras darle una golpiza, le pidió: "denunciame sino te voy a terminar matando"

Con miedo y desesperada, una mujer pidió ayuda a gritos para no convertirse en un caso más de femicidio.
martes, 21 de agosto de 2018 00:00
martes, 21 de agosto de 2018 00:00

Mariana Arias trabaja en el Registro Nacional de las Personas en la sección de Extranjeros. En mayo de este año, comenzó a salir en secreto con unos de sus compañeros del área de Fallecidos, Víctor Cuconatti, de 36 años.

Durante los primeros meses, todo parecía ir bien en su discreta relación. A pesar de que ella sabía que él tenía antecedentes violentos (o por lo menos manifestados por otras de sus parejas), no solo eran felices, sino que Mariana hasta conoció a la hija de su pareja, pero todo cambió en el último mes.

Mariana se despertó un día a las 6 de la mañana en su casa en el barrio de San Telmo porque el teléfono de Víctor no paraba de sonar. Una mujer le estaba mandando varios mensajes a su celular diciendo "que la llame". Ella despertó a su novio pidiéndole explicaciones, pero la respuesta no fue la que esperaba. Cuconatti comenzó golpearla brutalmente agarrándola del pelo y pegándole patadas en el piso mientras gritaba. Este fue el primer episodio de violencia que le tocó vivir a Mariana.

Sin embargo, ella no quiso dejarlo y, en diálogo exclusivo con Crónica, explicó: "Yo siempre lo justifiqué, estaba enamorada". Inclusive, Mariana cuenta que "sabía que toma cocaína y es alcohólico, pero no me importaba".

La segunda vez, fue al lado de su propia hija. "Me pegó con la hija la segunda vez. Discutimos, me agarró, y me tiró contra unas maderas. Yo quedé tirada ahí. Entonces la hija fue y le empezó a decir que era un enfermo, que no podía hacer eso", por lo que volvió y "me pidió perdón, dándome besos, diciendo que no lo iba a hacer más".

Pero el horror de Mariana estaba por alcanzar otro nivel. Una nueva discusión comenzó, pero esta vez, el agresor tomó a su novia del cuello, y le pegó una trompada que dejó negro todo todo su ojo izquierdo. La víctima, quedó en shock, pero reaccionó cuando el violento volvió a acercarse, y llorando le imploró: "Por favor denunciame porque estoy enfermo y te voy a terminar matando".

Mariana cuenta que "en ese momento agarré, hice mis cosas y me fui, pero no para hacer la denuncia, sino para escaparme. Pero una mujer policía me vio en la calle y me dijo que tenía que ir a hacer la denuncia. Yo le decía que no, pero cuando agarró un espejo de mano y me mostró como me había quedado la cara me di cuenta que tenía que denunciarlo: 'No te mató de milagro me explicaba la policía'".

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