Con una fuerte homilía a favor de los pobres y en contra de toda medida que los perjudique, este viernes 25 de Mayo se realizó el Tedeum por un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo en la Catedral Metropolitana. A la ceremonia asistió el presidente Mauricio Macri con su esposa Juliana Awada y miembros de su gabinete.
La homilía comenzó con la palabra del arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, quien empezó saludando con "¡Feliz día de la Patria!". Luego anunció el nombre que le puso al mensaje, basado en el preámbulo: "Invocando la protección de Dios, fuente de toda unión y justicia".
En la ocasión se refirió al Salmo 9 en el que destacó que "el hegoísmo de la miseria de los ricos" no debe estar sobre "los pobres". Luego señaló que "siempre hay un camino de redención si abrimos la mano para compartir lo que la vida nos ha dado".
"Hay muchas personas que desean subir al árbol de la vida para saber quién es el Dios de la vida que pasa y se deja encontrar. Dios está nombrado en el Preámbulo de la Constitución Nacional", puntualizó en un mensaje muy duro.
También destacó que siempre habrá futuro si se confía en Dios. "Pareciera que lo dejamos al margen de nuestras decisiones, confiamos solo en la capacidad y en las estrategias... nos afirmamos en nuestra corta experiencia", puntualizó preguntando posteriormente: "la sabiduría bíblica nos recuerda, fijensen en las generaciones pasadas, ¿quién confió en Jesús y quedó defraudado?, ¿quien lo invocó y no fue tenido en cuenta?".
Poli recordó que "el primer deber del Estado es cuidar de los pobres, los pequeños y marginados, los ancianos"
