"Nos agarró muy fuerte de las manos y nos regaló su último suspiro". Las palabras corresponden a la mamá de Luciano Lastra, el nene de 10 años que hasta hace unos días luchaba con toda su fuerza para sobrevivir a la espera de un trasplante de médula ósea.
El niño estaba internado en el Hospital Garrahan de Parque Patricios, en Buenos Aires, desde hace dos meses pero hoy ya su cuerpo no aguantó más. Luciano era santiageño y desde febrero del 2017 realizaba constantes viajes a Buenos Aires para encarar el tratamiento. Sin embargo el último tramo lo hizo internado porque su salud se complicó.
"Fue un niño guerrero que luchó hasta el final. Nos agarró muy fuerte de las manos y nos regaló su último suspiro. Nos dejó un gran dolor", expresó su mamá con un profundo dolor tras el triste desenlace.
"Él luchó por su médula pero no lo consiguió. Él quería que se luche por la vida. Es mi ángel", agregó.
Semanas atrás, su madre expresó: "Él es muy fuerte, tiene muchas ganas de vivir, muchos proyectos. Su sueño es volver a su casa con sus hermanas y volver a tener la vida de antes. Quiere volver a jugar sin cansarse".
