El gobierno mendocino echó a cuatro agentes del ex Cose por falsificar sus títulos secundarios. El hecho se denunció en mayo del 2016 por el director general de la Dirección de Responsabilidad Juvenil, pero recién este mes se tomó la decisión al comprobar que los certificados eran truchos.
Con respecto a Videla, había presentado su título del Cens 3-455. Sin embargo, desde el instituto constataron que el analítico “corresponde a otro alumno” y que Videla “no se encuentra matriculado ni posee legajo en ese establecimiento.
Además, tanto Roque como Zarandon presentaron analíticos del Cens Olga Pagliarulo de Ibarrat, pero destacaron que “los Libros Matriz indicados en los mismos no existen en esa escuela, que tales personas no asistieron a ese CENS, que el apellido de quien firma como Supervisora no es el correcto, que la firma de la Directora no es verdadera y que el apellido y la firma de la secretaria no son los que corresponden”.
Finalmente se comprobó que Cabañas, que aseguró que recibió su título secundario en el Cens Aníbal Castro Aubone, falsificó su título, ya que “en esa institución no se registra al mismo como alumno”.
Desde el Ejecutivo indicaron que “para poder ser designados como empleados en la Administración Pública Provincial debían presentar, como requisito esencial, certificados de títulos secundarios a fin de constatar el cumplimiento de dichos estudios”.
Asimismo, indicaron que “es de fundamental importancia destacar que para ingresar a la función pública es requisito indispensable, entre otros, poseer condiciones morales y de conducta lo cual dista por completo de ser cumplido ante la conducta dolosa de gravitación delictual de los aspirantes a agentes”.
“Corresponde calificar el dolo del administrado, previo y determinante del acto administrativo como vicio grosero, ya que estaríamos frente a la comisión de un delito -falsificación de documento y defraudación a la Administración Pública con falsos títulos, figuras que estarían tipificadas por los Artículos 292 y 172 del Código Penal- lo cual pone en relieve la gravedad de las circunstancias”.
Fuente: Los Andes
