2,7%. Ese fue el Índice de Precios al Consumidor que difundió Dirección de Estadística de San Luis. El dato era muy esperado por los economistas ya que se adopta esa medición y la de la Ciudad de Buenos Aires para medir el crecimiento de los precios y servicios que necesita una familia para vivir ante la ausencia de un valor del INDEC.
El IPC-SL es un índice que mide la variación de los precios de un conjunto de bienes y servicios representativos del gasto de consumo de los hogares residentes en una región geográfica determinada, que integran una canasta de 301 productos, de los cuales se relevan y supervisan 245 precios por día, dado que muchos servicios tienen una medición al mes.
En febrero el rubro que más se encareció fue el gasto en vivienda y servicios básicos con 9,6%, que más que duplicó a "otros bienes y servicios". El resto de los rubros acusó variaciones respecto de enero entre un mínimo de 0,4% para el caso del transporte y comunicaciones y 2,8% en indumentaria (ropa y calzado).
El índice de inflación de San Luis de febrero que mide la Dirección de Estadística de la Provincia fue inferior al de la Ciudad de Buenos Aires, que arrojó 4%, porque no estuvo afectado por la corrección del cuadro tarifario del servicio de luz eléctrica que se concentró en el distrito capitalino y en el Gran Buenos Aires.
Cabe destacar que desde que se elabora el IPC San Luis, con base en 2003, el promedio de precios al consumo se elevó en trece años en 10 veces, esto es, un gasto promedio de $1.000 de entonces demanda ahora casi 11.000 pesos.
Los rubros que más subieron desde que se recuperó la institucionalidad, después de la severa crisis de fines de 2001 y principios de 2002, fueron educación 1.288%; alimentos y bebidas con 1.265%; e indumentaria 1.171%; mientras que los que menos se encarecieron en ese período fueron atención médica y gastos para la salud 613% y transporte y comunicaciones 682 por ciento.
