Represión

Niños de una murga ensayaban y fueron reprimidos por Gendarmería: “No tiene palabras lo que hicieron”

El hecho ocurrió alrededor de las 21.30 del viernes pasado, cuando un centenar de integrantes de la murga “Los Auténticos Reyes del Ritmo” ensayaba.
martes, 2 de febrero de 2016 18:09
martes, 2 de febrero de 2016 18:09
El director de la murga que denunció que el viernes pasado Gendarmería disparó e hirió a 11 personas que estaban ensayando en la villa 1-11-14 del bajo Flores porteño, aseguró que los efectivos "estaban como locos”, que a su hijo de 14 años lo hirieron con perdigones de plomo y se desvinculó del episodio en el que dos efectivos de esa fuerza terminaron baleados.

"Esto no es como dice la policía. En ningún momento les tiramos piedras, ni somos narcos como dijeron. No vamos a hacer algo malo para que lastimen a nuestros chicos”, dijo Gustavo González al canal C5N.

González explicó que el hecho ocurrió alrededor de las 21.30 del viernes pasado, cuando un centenar de integrantes de la murga "Los Auténticos Reyes del Ritmo” ensayaba sobre la calle Bonorino y un móvil de Gendarmería, con una grúa remolcadora, llegó para retirar un auto robado que había sido abandonado a pocos metros.

"Cuando veo llegar a un móvil de gendarmes y atrás a una grúa que levanta los autos, me arrimo a ellos. Bajaron dos gendarmes, dialogamos bien, pero el que estaba manejando seguía avanzando y me toca a dos integrantes de la murga”, relató el murguero.

El hombre explicó que "para que no haya problemas”, le dijo a los integrantes de la murga que "abran paso” para que Gendarmería pudiera trabajar.

González contó que cuando el patrullero y la grúa llegaron a su destino, de éste último vehículo bajaron dos gendarmes y uno de ellos provocó a los murgueros al decir: "¿Qué pasa acá? ¿Son todos guapos?”.

"Yo como director, me arrimo al gendarme y le digo: 'Señor, ¿qué está por hacer? Fíjese qué está por hacer, que tengo muchas criaturas”, contó.

El denunciante explicó que no terminó de decir esa frase y el gendarme lo empujó y lo hizo caer y cuando su hijo de 14 años se acercó a ayudarlo, vio que otro gendarme le estaba apuntando a él y lo corrió de un empujón.

"Cuando me corre, le dan a mi hijo un impacto de bala, de perdigones de plomo, en la pierna, que era para mí. Después, me siguen tirando. El gendarme estaba loco tirándome. Me buscaba y me tiraba, no tiene palabras lo que hicieron”, dijo González, quien contó que tiene tres impactos de bala de goma en el brazo izquierdo, uno en el derecho, dos en la espalda y otro en un
glúteo.

"Nosotros no hicimos nada, le dimos el paso a ellos”, afirmó el murguero, para luego dejar en claro que este hecho no tiene relación alguna con los dos gendarmes que resultaron baleados.

"Ese es otro episodio. Nosotros desconocemos lo que pasó con ellos”, agregó el hombre quien también se encargó de difundir por los medios y por Youtube un video donde se ven y escuchan las corridas y los disparos de esa noche.

El caso es investigado por el fiscal Miguel Palazzani, de la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin), que ayer informó en un comunicado publicado en la página web fiscales.gob.ar que hubo 11 heridos y que "hasta el momento no hay elementos que indiquen que las personas agredidas tuvieran armas, ni que los gendarmes hayan sido heridos en el contexto de la represión denunciada ante el Ministerio Público Fiscal".

En tanto, los voceros oficiales consultados adelantaron que a raíz de esta denuncia el personal de la Subsecretaría de Participación Ciudadana de la cartera de Seguridad trabajó en el lugar del hecho para elaborar un informe sobre lo sucedido, cuyas conclusiones podrían ser difundidas hoy.

En ese sentido, las primeras averiguaciones sostienen la versión inicial de que los gendarmes fueron hasta el barrio Illia para retirar autos con pedido de secuestro y que fueron agredidos al llegar a un pasaje sin nombre entre Charrúa y Bonorino, donde no había ninguna y habitualmente se desguazan y queman autos.

Y que a raíz de ese episodio, el cabo Gabriel Isac Baspineiro sufrió una herida de arma de fuego con orificio de entrada, y sin salida, en miembro superior izquierdo, y el sargento Ezequiel Cardozo sufrió una herida de arma de fuego en la pierna derecha con fractura expuesta de tibia.

Ambos gendarmes fueron trasladados en el Hospital Churruca donde permanecen internados "estables" y además recibieron ayer la visita de la ministra de Seguridad de la Nación Patricia Bullrich y el director nacional de Gendarmería, comandante general Gerardo José Otero.

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