jueves, 28 de enero de 2016
07:27
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La ribera de Quilmes es uno de los lugares más afectados del Conurbano por la invasión de camalotes y ya hay cinco personas que sufrieron mordeduras de serpientes que llegaron en ellos, confirmaron autoridades del Municipio.
"El fin de semana hubo cinco traslados médicos: cuatro eran vecinos y el restante un guardavidas. Todo fueron por mordeduras de serpientes no venenosas. El sábado, cuando el río salió, atrapamos unas 120, de las cuales cuatro eran yararás", explicó el subsecretario de Emergencias de Quilmes, Juan Manuel Mendizábal.
Al guardavidas lo sorprendió el animal cuando cuando manipulaba una embarcación que tenía camalotes abajo. Entre quienes sufrieron ataques también hay un chico de 14 años que intentaba cazar una víbora, y dos hombres (de 32 y 46 años) que se metieron al río pese a la prohibición que rige por los riesgos.
Los tres últimos recibieron asistencia en la Guardia del Hospital de Quilmes y no fue necesario aplicarles el suero antiofídico. Les desinfectaron las heridas y recibieron el alta.
Rodrigo Bahamondez Ardizzi, cuidador de fauna silvestre en el Jardín Botánico de La Plata, afirmó a Clarín que: "Las que aparecieron son todas especies autóctonas de Buenos Aires. La mayoría son culebras de agua: la única venenosa es la yarará grande, que de todas formas, entre las yararás es la que menos riesgo representa y sólo se defiende, no ataca. El principal punto a tener en cuenta para los vecinos es no acercarse ni tratar de cazar a los animales. Pero no hay que generar pánico: las especies que llegaron son muy comunes en muchos puntos de la provincia, como el Delta o City Bell, y si no se las molesta, resultan inofensivas. Además de seis tipos de serpientes, lagarto overo y coipos, en Quilmes también se vieron pichones de garza y chajá, entre otras aves. Los bomberos los atrapan y contactan a la Dirección de Fauna, que decide adónde se lleva cada especie".
La campaña de prevención aumentó después de la crecida del río del fin de semana, que provocó que los camalotes llegaran a las casas cercanas a la costa. Entre los puntos principales, solicitan no ir a la ribera, prestar atención a los lugares por donde se camina y avisar a los Bomberos o Defensa Civil si se detecta la presencia de animales extraños.
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