miércoles, 23 de septiembre de 2015
09:55
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Fernando Farré, de 52 años y ex gerente de Avon, Loreal y Coty, y Claudia Schaefer, de 44 años, se habían separado y el 21 de agosto último estaban negociando los términos del divorcio en la casa que alquilaban los fines de semana en el country Martindale.
La discusión subió de tono y ella gritó "estoy cansada de vos", antes de ingresar al vestidor, al que él la acompañó. Tras cerrar la puerta con llave, la degolló con dos cuchillos de cocina que portaba. Del otro lado, aún estaban la madre de él y los abogados de ambos.
Sin embargo, no fue la primera discusión del matrimonio. Ella, cansada de los malos tratos, había decidido el último tiempo grabar cada una de las discusiones, tanto personales como telefónicas, para dar una dimensión del hostigamiento vivido.
En la grabación fechada el 6 de agosto, según consta en la denuncia realizada ante la Oficina de Violencia Doméstica y a la que tuvo acceso Día Político, Farré inició una discusión con su mujer, a quien acusó verbalmente y de manera violenta por haber llegado tarde sin avisar dónde estaba. "Sos una montaña de ropa carenciada que las 20 lucas las tirás en perfumes cuando podrías pagar la educación de tus hijos que la tengo que pagar yo”, aseguró el hombre.
"Ahora, ¿yo qué hago?, durante ocho años trabajé en Brasil y acá y generé 200 mil pesos por mes. Y ahora estamos viviendo de los 10 mil dólares por mes que yo genero financieramente con mis bonos o con mis ahorros. Esa es la realidad”, continuó Farré.
"¿Te sentís bien con lo que estás haciendo? ¿te sentís bien cómo los estás tratando a los chicos y cómo me estás tratando a mí? ¿te hace bien Fernando? ¿Te das cuenta de lo fuera de contexto y lo mal que estás psicológicamente, te das cuenta del daño que estás generando? ¿por qué no te vas a dormir? Dejá de tirar veneno. Terminá de ser agresivo con los chicos”, le reclama ella en una de las grabaciones.
Ante ese pedido, él le contesta: "No soy agresivo con los chicos, que maduren, que maduren. La vida no es una joda. Que se pongan a estudiar. Y vos vení y hacé los deberes con ellos. No te vayás a rascar las pelotas”.
En una de las llamadas telefónicas que constan en la causa, Farré la llama con la intención de "aclarar las cosas para que no creas que soy un monstruo"; a continuación le dice que "no fue tan grave" lo que sucedió, y ella le recuerda: "me agarraste del pelo, me tiraste contra el sillón, me pusiste tu rodilla en la cabeza, me apretaste para sacar un celular de la mano. Me lastimaste, me reventaste las cervicales, me dejaste la cara marcada. Todo delante de los chicos".
Fuente: Infobae