Arte

Polesello vive en una muestra del Malba

La muestra se pensó como una retrospectiva en vida, pero Rogelio Polesello falleció a la mitad del extenso trabajo de recuperación y catalogació"Polesello joven. 1958-1974" es una gran muestra que puede disfrutarse en el Malba.
viernes, 3 de julio de 2015 22:56
viernes, 3 de julio de 2015 22:56
La muestra se pensó como una retrospectiva en vida, pero Rogelio Polesello falleció a la mitad del extenso trabajo de recuperación y catalogación. Tras más de dos años de preparación, el artista vive hoy en una extensa exhibición recientemente inaugurada en Malba que recorre 16 años de su producción. "Polesello joven. 1958-1974" es una gran muestra de una pequeña porción de trayectoria de un artista que se apresuró a su época y al mismo tiempo fue contemporáneo a ella, que comprendió que la función del público ya no se limitaba a la contemplación, y que el artista puede trascender los paredes del museo sin perder su esencia.

Uno de los mayores exponentes del arte geométrico y óptico de la Argentina, Polesello dio muestras desde su ingreso a la escuela de arte que transitaría el camino de la innovación. La curadora de la muestra, Mercedes Casanegra, quien recibió del propio "Pole" el pedido de ser parte de este proyecto, lo describió como "un niño prodigio" cuya producción alcanzó ya una madurez cuando apenas tenía 20 años.

"Una de las cosas que hizo siempre fue jugar con la distorsión y transformación de la imagen, a veces con resultados ópticos", cuenta Casanegra a la prensa. La curadora adelanta lo que se podrá ver en la sala principal de la muestra, mientras recorre los trabajos tempranos, tintas, monocopias, témperas y óleos que en 1959 adelantan los trabajos de experimentación que encarará en los siguientes años. En la primera sala sorprenden dos témperas de 1959 sin título donde Polesello experimenta en una con círculos y colores, mientras que en la otra incursiona de lleno en la geometría.

Durante dos años, un equipo especial del Malba se dedicó a hurgar en el archivo del artista y rescatar sus trabajos donde el diseño gráfico, los materiales industriales y el arte se mezclan para trascender a otras disciplinas como el cine y la moda. En esa búsqueda se encontró el mural "Signos de arena" realizado entre 1960 y 1961 de más de dos metros de alto y cinco y medio de largo proveniente de la colección de Antonio Morello. La obra, "donde está el espíritu del informalismo y del arte óptico", explica Casanegra, demuestra que en la transición paulatina que hacia hacia la geometría, se permitió coquetear con la tendencia en boga a principios de los '60.

En el tercer núcleo asoma el Polesello que se mueve cómodo entre el diseño gráfico y los cuadros de caballete. Continúan las obras ópticas -"usaba medios metálicos y pintura a soplete para trabajar con esas formas geométricas bien regulares y además superpuestas", describe la curadora- y las premiadas en Buenos Aires, Washington y San Pablo. "Hay una potencia en la imagen de Polesello difícil de encontrar en otros artistas de parecida tendencia de la época. Eso era algo que los grandes ojos y autoridades críticas y curatoriales de la época lo señalaron y lo supieron ver", cuenta Casanegra. Muchos de los trabajos exhibidos provienen de colecciones extranjeras -principalmente Venezuela y Colombia- y del acervo de museos provinciales y nacionales, como el de Bahía Blanca y el Bellas Artes. De cara a una vitrina donde se despliegan sus colaboraciones para revistas, catálogos de arte y afiches, cuelga "Zodíaco", el único tapiz realizado por el artista que se pudo encontrar. 

En los últimos dos núcleos aparecen los grandes hits de la muestra: las lupas de acrílico que deforman obras y el ambiente que las rodean proyectando nuevas formas, creando obras infinitas, en constante cambio y que interactúan con otras obras. A mediados de los 60, repone la curadora, "los artistas buscan tender un lazo entre el arte y a industria. El acrílico fue el material que la industria les ofreció. Ahí comienza Polesello todo este periodo tan pero tan importante que es el de los acrílicos, donde lo que hace es tallar lupas, un elemento perfecto para la distorsión y la transformación de las imágenes".

La transformación fue la manera que "Pole" encontró para que el público interactúe. En vida, le entusiasmaba cómo la gente se fotografiaba con sus lupas talladas que deformaban la imagen. Malba retomó esta idea e invita abiertamente -derribando muchos tabúes en el mundo del arte- a tomarse fotos y compartirlas en las redes sociales con el hashtag #polesellojoven. 

"Polesello joven. 1958-1974" puede visitarse en Malba, Av. Figueroa Alcorta 3415, hasta el 12 de octubre, de jueves a lunes y feriados de 12 a 20 y miércoles de 12 a 21.

 

Fuente: Ámbito 

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