En tanto, desde el gobierno el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, sostuvo que se trata de "un paro de características políticas para perjudicar al gobierno porque no tiene fundamentos".
El jefe de la CGT Azul y Blanca, Luis Barrionuevo, y el titular de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte, Juan Carlos Schmid, coincidieron en rechazar las afirmaciones de funcionarios del gobierno que relacionaron la medida con procesos "electorales".
Barrionuevo advirtió que "la medida de fuerza que se llevará a cabo el martes está "totalmente confirmada" y que "no hay ningún tipo de posibilidades de que unilateralmente puedan arreglar y se levante la medida". Además, respondió a los funcionarios que vincularon la protesta con procesos electorales, al señalar que el paro responde a una medida "netamente reclamativa" porque el Ejecutivo "no ha dado respuesta a absolutamente nada de lo que hemos planteado".
El gastronómico apuntó que "este tema lo resuelve la presidenta y lo resuelve fundamentalmente la mano derecha de ella, que es el ministro de Economía (Axel Kiciloff)".
"Hace tres años que tres años que hemos planteado al gobierno una agenda de reclamos y no hemos tenido respuesta", lamentó Barrionuevo al destacar que la protesta "no es una medida electoral o política. Es netamente reclamativa en cuanto hace al poder adquisitivo de los trabajadores y los jubilados".
El jefe de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte, Juan Carlos Schmid, insistió hoy en cuestionar a los funcionarios que rechazan la medida de fuerza al señalar que "cuando dicen que es un paro político, hay que precisar que en tres años ha habido una incapacidad manifiesta de no encontrar alternativas a los reclamos que se hicieron cuando no había ningún proceso electoral a la vista".
Y, en diálogo con radio Nacional Rock, pronosticó que la medida de fuerza contará con aún "adhesión importante y muy fuerte. La agenda es ya vetusta, hay problemas de la agenda que tienen ya tres años".
Fuente: DYN