Buenos Aires

En Corpus, el cardenal Poli pidió cuidar la familia

El arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Mario Aurelio Poli, llamó hoy a la unidad de los argentinos y pidió cuidar de la familia, al presidir la misa del Corpus Christi en la catedral metropolitana.
sábado, 6 de junio de 2015 23:21
sábado, 6 de junio de 2015 23:21
El arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Mario Aurelio Poli, llamó hoy a la unidad de los argentinos y pidió cuidar de la familia, al presidir la misa del Corpus Christi en la catedral metropolitana.

La expresión pública de fe de los católicos llevó por lema "Una misma alegría. Una misma familia. Un mismo pan" y significó para la arquidiócesis de Buenos Aires el inicio del camino preparatorio para el XI Congreso Eucarístico Nacional, que se hará el año próximo en Tucumán.
 
Poli presidió la misa en el templo porteño, a raíz de las condiciones climáticas, y luego encabezó la procesión tradicional alrededor de la Plaza de Mayo, durante la cual el purpurado impartió la bendición eucarística desde un camión. 

"En cada eucaristía el amor misericordioso del Padre desborda todo lo previsible, y se hace virtud que vuelve nuestro corazón hacia los pobres, nos hace más sensibles al dolor de los demás y nos abre al perdón de los hermanos", aseguró.
 
Poli insistió en llamar a la unidad de los argentinos y pidió cuidar de las familias.
 
"Si queremos crecer en la vida espiritual, no podemos dejar de ser misioneros, no podemos de trabajar por la unidad", sostuvo ante una catedral porteña colmada de fieles.
 
La celebración del Corpus comenzó por la mañana con una marcha juvenil desde cuatro puntos de la ciudad que convergió alrededor de las 13 en la plaza Miserere, en el barrio de Once.
 
Allí los jóvenes fueron recibidos por el cardenal Poli, quien los alentó a mantener "la alegría, la unidad y el encuentro con Jesús".
 
Al concluir la ceremonia religiosa concelebrada por los obispos auxiliares porteños y numerosos sacerdotes, Poli renovó la consagración de la ciudad y de la arquidiócesis a Nuestra Señora de Luján, para luego encabezar la procesión tradicional con el Santísimo Sacramento alrededor de la Plaza de Mayo.
 
La hostia consagrada fue llevada en una custodia, seguida por el purpurado, los demás prelados, sacerdotes, la Archicofradía del Santísimo Sacramento, los abanderados de los colegios católicos, los seminaristas, los jóvenes y el resto de la feligresía. 

Fuente: DyN

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