martes, 23 de junio de 2015
11:19
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El juez del máximo tribunal sostuvo que "todos debemos tener una participación activa y una preocupación no sólo por nuestros derechos individuales, sino también por las consecuencias públicas de las acciones privadas".
En este sentido, afirmó que "nadie puede ser indiferente" al cuidado del medio ambiente y remarcó que la "falta de preocupación" sobre la ecología "se agrava cuando las decisiones sólo consisten en ocuparse de lo urgente".
En una columna de opinión que publica hoy en el diario La Nación, el magistrado elogió y repasó el documento papal titulado "Laudato si', sobre el cuidado de la casa común" vinculado a la preservación de la naturaleza, y destacó que "es un texto de una riqueza enorme, ya que no se trata solamente de la protección del ambiente, sino de un cambio en la cultura".
Lorenzetti indicó que en la encíclica que fue presentada el jueves pasado en forma simultánea en el Vaticano y en el resto del mundo, el Sumo Pontífice evita "los extremos, se preocupa por las soluciones armónicas".
"El desarrollo es importante, pero debe ser sustentable. Por eso la encíclica rescata y valora la necesidad de los estudios de impacto ambiental y la participación social en las definiciones de los proyectos que modifican nuestro entorno", remarcó el magistrado.
El juez también instó a adherir al "cambio cultural que pide Francisco" a favor de la ecología y cuestionó que "el cuidado del ambiente es una gran preocupación de muchas personas, pero no forma parte de la agenda de los gobiernos".
Al respecto, Lorenzetti consideró que en la encíclica "el Papa se inclina claramente por el fortalecimiento institucional" y añadió que muchas de las preocupaciones expuestas en el documento "fueron reflejadas en la declaración ambiental que se difundió en la Corte Suprema de Justicia de la Nación al recordar el Día del Ambiente".
"Debemos ocuparnos de temas importantes para nuestro presente y el futuro de los que nos seguirán", concluyó el presidente del máximo tribunal.El pontífice advirtió en su encíclica que la Tierra está siendo "maltratada y saqueada, y clama con gemidos junto a todos los abandonados del mundo", por lo que reclamó acuerdos sobre los bienes globales y diálogo para ir hacia una "ecología integral".
Fuente: DyN