Macri brindó por Navidad con los empleados de Casa Rosada

Mauricio Macri logró que el Patio de Palmeras de Casa Rosada volviera a lucir repleto como durante la gestión de Cristina Kirchner. Y no precisamente por un acto con militantes. La concurrencia obedeció a que el Presidente ofreció un brindis por fin de año para empleados de Casa de Gobierno, después de más de una década.

Pasadas las 12 y pese a la lluvia que por momentos generó inconvenientes ya que el grueso de la gente debió resguardarse y amontonarse en las galerías contiguas, el Presidente asomó con su mujer Juliana Awada, el jefe de Gabinete Marcos Peña, el secretario general de Presidencia Fernando de Andreis y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio.

Sonriente, Macri accedió a los pedidos de selfies de los empleados, que en muchos casos estaban azorados por la escena. "Hacía 15 años no pasaba esto, es histórico", le dijo uno de ellos.

Peña, otro de los más requeridos a la hora de las fotos, también recibió pedidos de los empleados. "Durante estos años nos excluyeron, nos desplazaron. Lo único que queremos es trabajar tranquilos, tenemos muchas ganas de ayudar", le contó un empleado de planta permanente de la Casa Rosada. El jefe de Gabinete lo tranquilizó y agendó su tarjeta.

Luego, en su breve intervención, el Presidente les deseó "paz y armonía" para las Fiestas. "Quiero agradecerles como nos han recibido; nos han hecho sentir muy cómodos", dijo. Y agregó: "He hecho muchos brindis de Fin de Año, a lo largo de mi vida: en la empresa, en Boca, en la Ciudad, pero hacerlo por primera vez en la casa de todos los argentinos es una emoción absolutamente especial".

Macri se hizo también espacio para bromear, cuando se refirió a tres empleados emblemáticos de la Casa Rosada. "Quiero compartir este brindis con tres personas, que me han dicho que son especiales para todos ustedes. El primero, es Mingo (NdeR: Domingo, uno de los mozos con mayor antigüedad). Vení Mingo. Tenés 42 años acá trabajando y me dicen que siempre con una maravillosa actitud", lo elogió. Y, entre risas, insistió: "Tenés más años acá que los que tiene mi mujer".

Luego, mencionó a Carlos Gómez "el más viejito" e hizo un párrafo especial para Eduardo Moli, que lleva 43 años como empleado de la Casa: "Por suerte no fuiste a elección en la última contra mí, porque si no me ganabas. Me dicen que reparás todo, todo lo que se rompe acá vos lo reparás. Es muy importante porque este edificio debe darte muchos dolores de cabeza".