Ni rock ni cuarteto. Esta vez Mauricio Macri bailó un chamamé. Lo hizo en Corrientes a donde llegó para reunirse con ruralistas en la estancia San Celestino, a unos 20 kilómetros de la localidad de Curuzú Cuatiá.
El primer mandatario nacional fue invitado a bailar por una de las mujeres que allí se encontraba al ritmo de la música de Juancito Güenaga y su conjunto, uno de los principales referentes del género folclórico originario de la zona litoraleña. En la escena se sumó el senador entrerriano Alfredo De Angeli, quien le dio al Presidente una breve lección de chamamé, en medio de risas y guiños de los funcionarios y el público presente.