El reloj marcaba las 00.04. Ya Cristina Fernández de Kirchner no era más presidenta de la Nación y con ella se terminaba una etapa de la historia Argentina. Sin emitir palabras, el mandatario nacional electo Mauricio Macri salió al balcón de su departamento para saludar a las cientos de personas que se agolparon en las calles para saludarlo con bandera y pañuelos.
Al grito de "sí se puede", la gente se autoconvocó sin trapos ni identificaciones de sectores políticos en el cruce de avenida Libertador y Cavia, al pie del departamento donde vive el nuevo mandatario nacional. Lo hicieron con el único objetivo de enviar fuerza a quien gobernará el país por los próximos cuatro años. En este escenario, Macri salió junto a su mujer Juliana Awada, ambos vestidos con ropa de casa y algo despeinados.
Con ambos saludando desde el balcón, y notoriamente emocionados, los presentes cantaron varias veces el Himno Nacional Argentino a lo que Macri respondió llevando la mano a su pecho. La imagen se repitió varias veces y luego de despedirse, cada uno de los presentes se retiró del lugar.