El barco Maratonga –con el que ya habían ido tres veces a Centroamérica y que está amarrado en Colombia– partió el 13 de julio de Costa Rica rumbo a las islas Azores, en España, con los tres barilochenses y otros tripulantes. El viaje debía durar unos 40 días, pero su GPS Messenger Spot dejó de funcionar 13 días más tarde. Nélida Mihailov, esposa y madre de los Enríquez, dialogó con varios medios sobre su desesperada búsqueda.
"Desde el 11 de abril, que salieron, hablábamos constantemente, mandaban fotos y videos, pero la comunicación se cortó abruptamente y nunca más tuvimos contacto", relató.
Lo último que los Enríquez manifestaron a sus familiares es que estaban "en línea recta con Portugal". Sólo tienen dos pistas más. La primera surgió en un foro internacional de navegantes, donde un usuario les dijo que en agosto un radioaficionado logró comunicarse con ellos, pero no lograron identificarlo. Por otra parte, hace dos semanas se encendió una luz amarilla en la cuenta de Skype de Pablo, lo que querría decir –en principio– que alguien la activó.
Al parecer, nadie los está buscando. Según Mihailov, los familiares consultaron en los Estados Unidos –ya que el último puerto en el que se embarcaron era de ese país–, pero les dijeron que estaban en aguas internacionales y que tenían que reclamar al país de bandera del buque, es decir, Costa Rica, donde tampoco habrían atendido sus reclamos.
El 4 de octubre, Mihailov hizo un reclamo formal en Cancillería. "Me llamaron hoy. Les dije que necesitamos que alguien emita la orden de 'velero en emergencia', porque si alguien los ve a distancia y ellos no se pueden comunicar, nadie se va a acercar. También necesitamos que alguna autoridad le pida a Skype los datos desde donde emitieron la última señal", contó. "La gente de mar es muy solidaria, si hay un alerta internacional los barcos se van a acercar", agregó.
Fuente: Infobae