lunes, 28 de abril de 2014
16:44
lunes, 28 de abril de 2014
16:44
La Defensoría Pública de la Justicia Federal en Rosario calculó en un informe que hay 150 menores de entre 16 y 18 años que fueron detenidos en búnkeres de la ciudad. La defensora oficial de la Justicia federal Matilde Bruera reclamó hoy -en diálogo con LT8 de Rosario- que se deje de perseguir a los menores que atienden los quioscos de droga, a los que calificó de víctimas, y descargó que "siempre los condenados son los más pobres y el narcotráfico sigue circulando por otro lado".
"No puede resolverse el tema del narcotráfico imputando a las víctimas. Estos niños son explotados, trabajan de manera ilegal en un lugar riesgoso y en condiciones infrahumanas", indicó la abogada.
Este dato se suma a que en un informe oficial de la Procunar se advierte que el 67 por ciento de las causas iniciadas en la Justicia Federal de Rosario son por infracción a la Ley de Estupefacientes 23.737, es decir, por delitos vinculados al narcotráfico. Pero gran parte de esos expedientes tiene como protagonistas a lo que comúnmente se encuadra como "perejiles": el 35 por ciento (808 casos) son por "tenencia" de sustancias prohibidas.
Estos datos están dentro de un informe anual que elaboró la Procuraduría de Narcocriminalidad, cuyo titular Felix Crous admitió falencias en torno a la persecución de los verdaderos peces gordos del narcotráfico.
La comparación con las causas por contrabando -en el que se manejan grandes cantidades de estupefacientes- es irrisoria. En el edificio de calle Oroño de Rosario se abrieron sólo 5 causas en un año, lo que representa el 0,2 por ciento de los expedientes que se investigan en el fuero federal.
En una nota publicada por el diario La Capital, la defensora pública de Menores Ad Hoc ante los Tribunales Federales de Rosario, María Fernanda Tugnoli, señaló que "en la gran mayoría de los casos los inculpados resultan ser lo que en la jerga se conoce con el nombre de «perejiles".
"Debemos estar convencidos de que causas como estas no deben avanzar, caso contrario la política criminal que se estaría aplicando sería desacertada, ya que en vez de instar causas contra las verdaderas bandas de narcotraficantes lo hacen contra el sector más vulnerable que puede haber, en lo que es sinceramente una actitud de cobardía y no de una verdadera justicia", dice Tugnoli.
Fuente: La Nación