En Salta

Ejemplar: Un comerciante se arrepintió de remarcar los precios y le devolvió el dinero a sus clientes

El comerciante confesó que remarcó los precios porque los proveedores lo presionaron para hacerlo. Luego se arrepintió y tuvo que desembolsar casi $ 10.000 en reintegros a sus clientes.
jueves, 6 de febrero de 2014 11:09
jueves, 6 de febrero de 2014 11:09
Un comerciante salteño decidió devolverle a sus clientes el dinero que les había cobrado de más, luego de haber remarcado sus precios a un dólar más alto que el oficial ante la presión de sus provedores.

"Aumenté los precios por razones de supervivencia de mi negocio, que es de lo que vivimos nosotros y los empleados. Los proveedores de Buenos Aires me llamaban y me decían que cerremos, que guardemos los equipos, que el dólar subiría a $9,50. Pero no cerré, porque tampoco lo hice durante los saqueos de hace un mes".

El relato de Miguel Llao, dueño de un comercio dedicado a la informática, pone de manifiesto el "estado de paranoia general" en el que quedan envueltos algunos comerciantes, presionados por sus propios proveedores, que remarcan precios afectando directamente al resto de la cadena de valor.

"Hay clientes que vienen desde lejos por reparaciones. Nosotros les explicábamos `mirá, esto subió ahora, no puedo dártelo fiado, salvo que después ajustemos el precio si sube el dólar mucho más` y los clientes me decían, `no, te pago ahora, antes que suba más`. O sea acá lo que hay es paranoia en ambos lados", relató.

Arrepentido por haber remarcado sus precios, Llao tuvo que desembolsar casi $ 10.000 en reintegros a sus clientes, una actitud que desconoce si tuvo su réplica entre sus pares; aunque explicó que en Salta "todo se maneja por las grandes cadenas de retail, y ellos tienen información de primera agua, o sino la crean y se hace una burbuja".

Sus clientes recibieron su llamado con "incredulidad, porque creían que era una broma, una promoción o un sorteo, y no entendían. Pero yo les dije que no estaba devolviendo plata, sino confianza, la que ellos mismos me brindaron antes. Algunos vinieron rápido, pero muchos dijeron que lo dejara ahí, que cuando necesitaban algo regresarían".

"Hubo dos amigos clientes que dijeron que teníamos que hacer una campaña o una donación. Así que debo ver las implicancias burocráticas de hacer algo así, que sería lindo, porque es como que se genera una oleada de transparencia y solidaridad, a partir de un error involuntario", concluyó.

 

Fuente: La Gaceta

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