sábado, 18 de enero de 2014
10:36
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En la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires se evalúa impulsar un proyecto en el cual se prevé cultivar una especie de cannabis sativa para implementar en la producción de bioplásticos, alimentos, medicinas y biocombustibles.
Para esto se bucaría importar semillas de origen canadiense, una especie que fue genéticamente modificada para que sus flores no contengan THC, la sustancia psicoactiva característica de la marihuana.
De ser exitoso, el proyecto se implementará en el predio del barrio de Agronomía y las plantas alcanzarían en poco tiempo una altura de hasta cuatro metros, según publicó el diario Página 12.
"Este cultivo logra producir una cantidad de biomasa muy importante en relativamente poco tiempo: en 100 días puede generar plantas de entre 3 y 4 metros de altura", explicó Daniel Sorlino, docente de la cátedra de Cultivos Industriales de la Fauba y encargado del proyecto.
La biomasa es el conjunto de materia orgánica que, en este caso, puede ser utilizada como fuente de energía, ya sea mediante su combustión o mediante un proceso químico, para la obtención de etanol.
Santoro destacó además otras propiedades destacadas: "Además de tener una infinidad de beneficios probados desde el punto de vista medicinal, el aceite de cannabis es comestible y muy saludable: tiene ácidos grasos, como el linoléico y el oléico, similar a canola o soja, pero también omega 3, como la chía y el lino, capaces de reducir el colesterol en la sangre y usados como nutracéuticos, por ejemplo".
A pesar de que podría ser el sector más beneficiado con el proyecto en términos económicos, desde la industria textil o alimenticia no apoyan la iniciativa.
Sí, en cambio, lo hacen las organizaciones cannábicas que promueven la legalización de la marihuana, quienes, además,se oponen a la prohibición de la planta, sirva o no para uso recreativo o terapéutico.
Fuente: IProfesional