En Junin

Un ladrón murió después de quedar 25 días atascado en una chimenea

La familia del hombre habíá denunciado la desaparición y se pensaba que lo habían matado. Sin embargo una familia encontró el cuerpo atascado en la chimenea de una quinta y todo indicó que había querido entrar a robar.
martes, 6 de agosto de 2013 08:46
martes, 6 de agosto de 2013 08:46

Sucedió en Junin, Buenos Aires. Su familia había denunciado la desaparición y los familiares habían hecho varias marchas pidiendo justicia ya que pensaban que lo habían asesinado. Sin embargo una noticia dio un giro de 180° en la causa y dejó a todos sorprendidos. El joven Jonatan Puente de 20 años estaba muerto pero como consecuencia de una inconciencia de él. Había querido entrar a robar por la chimenea de una casa ubicada en una quinta y había quedado atascado. Pasaron 25 días hasta que los dueño se dieron cuenta de que algo obstruía a la misma y era, ni más ni menos, que un cuerpo en descomposición.

De acuerdo a lo publicado por Diario Clarín, se cree que la noche del miércoles 10 de julio, el mismo día en que su familia denunció su desaparición, Jonatan intentó entrar a robar en esa casa, propiedad de un médico, ya que conocía que sus dueños sólo la ocupaban los fines de semana. Puente cortó unos alambres perimetrales y los cables de electricidad, se sacó las zapatillas, dejó la mochila e intentó entrar sigiloso por la chimenea. Pero jamás consiguió bajar y murió por asfixia.

La familia Aguiar, dueña de la quinta, había ocupado la casa un par de fines de semana en estos últimos 25 días y ya habían sentido feo olor y habían tirado desinfectante. Incluso, el fin de semana siguiente a la desaparición de Puente, los Aguiar detectaron que alguien había tratado de entrar porque se encontraron con los cables y alambres cortados y la mochila de, en ese momento, un desconocido. "No se preocuparon porque pensaron que había sido un intento de robo frustrado, ya que no había faltantes en la casa”, comentó uno de los investigadores.

Pero el último sábado, la hija de los dueños entró y se tuvo que ir porque el hedor era insoportable. Al otro día, su padre llegó a la casa y detectó que el olor llegaba de la chimenea, y así se encontró con un cadáver aprisionado. Un equipo de los Bomberos de Junín debió romper la pared interior del conducto de la chimenea para sacar el cuerpo, porque no había forma de alcanzarlo. Los investigadores del caso confirmaron a Clarín que Puente no pudo hacer demasiado por zafar de la situación: murió mirando hacia arriba, con un brazo extendido y el otro trabado, al costado del cuerpo.
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