Inscriben por primera vez a una beba de vientre alquilado en Argentina

Una abogada mendocina consiguió el primer fallo judicial sobre "maternidad subrogada” en la Argentina, que permitió a una pareja ser padres legales de una nena que se gestó en el vientre de una amiga.

La abogada Fabiana Quaini, quien se hizo conocida cuando ayudó a Carina Valdés y Darío Pacheco a adoptar a la pequeña niña haitiana Rosalinda, explicó que "el caso se inscribe como el primer fallo judicial sobre maternidad subrogada en Argentina y donde la totalidad del procedimiento de FIV como la transferencia de embriones, el embarazo y nacimiento tuvo lugar en nuestro país”.

Es la primera vez que la justicia interviene en el caso de un vientre subrogado porque que la figura de "alquiler de vientres”, contemplada en el proyecto del nuevo Código Civil, aún no está aprobada. Para el fallo, la Justicia consideró que el óvulo y el esperma son de los padres, aunque sea otra la mujer que llevó a cabo la gestación de la nena.

Hasta ahora, la nena no tenía partida de nacimiento. Ayer, la jueza porteña Carmen Bacigalupo, del juzgado civil 86, le otorgó al matrimonio la maternidad subrogada. A la beba le hicieron un examen de ADN y se confirmó la filiación biológica de los padres. Ahora la beba tendrá su partida de nacimiento y su DNI.

Cómo empezó la historia

Juan De Gregorio (44) y Maica Moraes (40) se casaron en 2006 y nunca pudieron tener hijos. La mujer perdió dos embarazos; el segundo alcanzó los seis meses de gestación y en una delicada intervención perdió el útero. La pareja entonces consultó para alquilar vientres en el exterior, pero el alto costo del proceso los hizo desistir.

Entonces una amiga separada, con dos hijos adolescentes y en pareja se ofreció a prestarles su vientre al ver el sufrimiento de la pareja.

"Tanto Juan como Maica, padres biológicos y procreacionales como la amiga se sometieron a distintas consultas médicas y psicológicas, las que determinaron que los gametos de la pareja eran efectivamente sanos y posibilitaban en laboratorio, a través de una FIV, conformar un embrión para colocarlo en la mujer gestante. El procedimiento se realizó positivamente y el embarazo normal de nueve meses terminó con el nacimiento de B. M.", cuenta Quaini.

 

Fuente: Los Andes