Se cayó el acuerdo entre Macri y el peronismo disidente

Las negociaciones entre el PRO y el peronismo disidente, con José Manuel de la Sota y Francisco de Narváez a la cabeza, finalmente se cayeron esta noche, en medio de acusaciones cruzadas.
Por tal motivo, ambas fuerzas se encaminan a participar en las próximas elecciones legislativas con listas separadas en la Provincia de Buenos Aires y los principales distritos del país.

Así lo confirmaron a Noticias Argentinas fuentes del PJ disidente y del PRO luego de una jornada de las tratativas que mantuvieron los referentes del espacio con intendentes macristas en un hotel porteño, al borde del cierre del plazo de presentación de alianzas en la Justicia electoral.
Sin embargo, las partes discreparon en las versiones y se responsabilizaron mutuamente del fracaso de la negociación.

Así, el PRO se presentará en principio en la Provincia de Buenos Aires sin el PJ disidente, que irá en una alianza con el líder sindical Hugo Moyano, un sector que responde a De la Sota y la agrupación "La Juan Domingo". De la Sota viajó especialmente a Buenos Aires con la propuesta de armar un frente nacional con el PRO y participó inicialmente de las tratativas, pero finalmente no llegaron a buen puerto.

De las reuniones también participaron, por el PRO, el ministro de Gobierno Emilio Monzó, el intendente de San Isidro, Gustavo Posse y el de Vicente López, Jorge Macri, en tanto que Francisco de Narváez, Gustavo Ferrari y José "Pepe" Scioli estuvieron del lado del PJ disidente.

Durante las conversaciones entre los referentes de ambos sectores, De Narváez había propuesto un acuerdo con internas, de modo que se resolvieran mediante las PASO las candidaturas a diputados y senadores, pero esta propuesta no prosperó.

Así las cosas, en la Ciudad terminarían compitiendo en octubre el exministro Roberto Lavagna -en alianza con Gerónimo "Momo" Venegas- contra la lista de candidatos a senador del PRO, que encabezaría la actual diputada Gabriela Michetti.

Según la versión del PJ disidente en la Provincia de Buenos Aires, los macristas pedían a los peronistas disidentes 13 candidaturas a diputado provincial y cinco a diputado nacional, es decir la mitad de ambas nóminas, lo que terminó de alejar la posibilidad de un acuerdo.