Preocupación

Los empresarios turísticos afirman que los perjudica que las clases comiencen en febrero

Las diferentes cámaras de los distintos destinos turísticos del país ya evalúan pérdidas millonarias y pedirán al gobierno que se revea la medida.
domingo, 3 de noviembre de 2013 13:04
domingo, 3 de noviembre de 2013 13:04
En los últimos años la temporada de verano virtualmente finalizaba al cierre de la primera quincena del segundo mes del año. Ahora, con la decisión del Gobierno nacional de asegurar un mínimo de 190 días de clases, se prevé que se acortará en otra semana, con el consecuente perjuicio económico para una actividad con alta estacionalidad en los meses de verano.

En el sector entienden que la disposición persigue un objetivo loable, que es necesario cumplir con las metas escolares. "Frente a los paros a los que nos tiene acostumbrado el sector del magisterio se hacía necesario y compartimos la ampliación del ciclo lectivo", señaló el presidente de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), Carlos de la Vega, en diálogo con Infobae. Sin embargo, admitió  la "preocupación que la medida causó en todo el sector turístico, en particular en la Costa Atlántica, porque se recorta en un 25% la actividad en febrero".

En rigor, "el perjuicio puntual para febrero es sustancialmente mayor en una perspectiva histórica, porque tradicionalmente la temporada se extendía hasta el 1 de marzo, luego se acortó al cierre de la primera quincena de febrero, y ahora se achica siete días más", observó el dirigente empresario a Infobae.

En una línea similar se expresó Vicente Lourenzo, vocero de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME). "Desde el punto de vista cultural, CAME apoya que se amplíe el ciclo escolar, para que mejore la calidad educativa, pero tal vez hubiera sido más relevante y menos perjudicial para la actividad  que se alargara el plazo de finalización  en diciembre".

"Estamos evaluando el impacto económico de la medida, porque implicará el adelanto del fin de las vacaciones de verano a fines de enero, porque traerá aparejado el corrimiento a fechas más temprana de los exámenes para los chicos que no alcanzaron los objetivos en el ciclo lectivo previo y que lamentablemente son más", dijo a Infobae. "Ya la segunda quincena de febrero se había perdido con el comienzo de las clases el 1 de marzo, pero ahora se acorta una semana y se corre el riesgo que afecte a todo el mes", se inquietó.

La temporada veraniega 2013 -de diciembre 2012 a febrero del corriente año- arrojó un movimiento nacional de casi 26 millones de viajeros. La cifra, que superó en un 4% el récord previo, cuenta a las personas que se movieron a lo largo y ancho del país, y que generaron ingresos por unos $35.000 millones. No obstante, ese balance económico no se consideró bueno, no sólo porque disminuyó el promedio de estadías y el gasto por persona, sino que se observó un creciente desplazamiento hacia opciones turísticas fuera de las fronteras, por los menores costos en dólares que ofrecieron diversas plazas afectadas por la crisis internacional.

Los operadores turísticos estiman que ahora ese cuadro se podría agravar a raíz de la amplitud de la brecha cambiaria a 40% entre el dólar tarjeta de $7,10 y el libre de $9,93, fenómeno que se observa en el salto del déficit de divisas de este sector a un rango de más de u$s7.000 millones, y en el anticipo de contrataciones de paquetes con el pago con tarjeta en pesos al cambio oficial más el 20% de recargo a cuenta de futuros impuestos.

Inquietudes en la Costa Atlántica

La Cámara para el Desarrollo Productivo, Industrial y Comercial de Mar del Plata Zona Norte expresó su preocupación ante el adelanto del inicio del ciclo lectivo 2014, previsto para el 26 de febrero, a través de un comunicado.

"El comercio está preocupado por esta situación. Nosotros, quienes operamos comercialmente en la zona norte de la ciudad, que por medio de la avenida Constitución somos la 'puerta de entrada a Mar del Plata', sabemos del impacto negativo que tiene para el sector el acortamiento de las vacaciones", dijo el presidente de Cadepic, Guido Dalia.

"De por sí, el anuncio del Ministerio de Educación genera expectativas poco favorables: confirmar que las clases arrancan durante febrero implica que la temporada tendrá fecha de vencimiento en el último fin de semana de enero. Muchas familias con hijos en edad escolar saben que deben retornar a sus ciudades para que los chicos se preparen en casos de materias pendientes. Esto provoca una expectativa de ventas menores en función de la estacionalidad", resaltó.

Dalia dijo que "Cadepic se sumó a los pedidos que la Municipalidad y los sectores del turismo formularon para lograr cambiar esta situación".

"Somos respetuosos y defensores de la educación y la formación de los jóvenes, pero entendemos que una medida de estas características no eleva la calidad educativa si no va acompañada de mejoras en los contenidos curriculares. Corremos el riesgo de ser objetos de una medida efectista pero sin efecto positivo real sobre la educación y con duro revés a la actividad económica de Mar del Plata", indicó el titular de Cadepic.

Frente a este escenario, la Confederación General del Trabajo de Mar del Plata realizó un plenario convocado de urgencia para continuar con el reclamo de postergar hasta el 5 de marzo el inicio de clases, para evitar perjudicar la actividad turística.

El intendente de Mar Chiquita, Jorge Paredi, fue más allá, al asegurar que el ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, "ha tomado una medida apresurada y desafortunada". "Tendría que haber consultado a los intendentes como hacía Néstor Kirchner, con el que teníamos diálogo directo. Tomó la decisión sin llamarnos", expresó.

En tanto, el titular de la Unión del Comercio, la Industria y la Producción marplatense, Raúl Lamacchia, había calificado de "locura" la medida de Educación porque "afecta de manera negativa a los centros turísticos", tanto a "empresarios como a trabajadores" y habló de "un plan de lucha conjunta" entre distintos sectores vinculados a la actividad para que las autoridades los "escuchen".

El malestar del comercio  y de la industria turística no impidió que el consenso de los empresarios considerara esencial ampliar el ciclo lectivo y mejorar la calidad de los educandos.

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