El jefe de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) expresó el sábado su fuerte preocupación por el bombardeo del día previo en la planta de energía nuclear de Zaporiyia en Ucrania, diciendo que la acción mostraba el riesgo de un desastre nuclear.
"Estoy extremadamente preocupado por el bombardeo de ayer en la planta de energía nuclear más grande de Europa, que subraya el riesgo muy real de un desastre nuclear que podría amenazar la salud pública y el medio ambiente en Ucrania y otros lados", dijo el director general de la OIEA, el argentino Rafael Mariano Grossi, en un comunicado.
Grossi, quien dirige el organismo de control nuclear de las Naciones Unidas, instó a todas las partes en el conflicto de Ucrania a ejercer la "máxima moderación" en torno a la planta.
Los proyectiles golpearon una línea eléctrica de alto voltaje el viernes en la planta, lo que llevó a sus operadores a desconectar un reactor a pesar de que no se detectó ninguna fuga radiactiva.
La planta fue capturada por el ejército ruso a principios de marzo en la etapa inicial de la guerra, aunque aún está a cargo de sus técnicos ucranianos.
La empresa estatal de energía nuclear de Ucrania, Energoatom, culpó a Rusia por los daños en la central eléctrica. El Ministerio de Defensa de Rusia acusó a las fuerzas ucranianas de bombardear la planta y dijo que solo la suerte evitó una fuga de radiación.
Grossi aseguró que una acción militar que ponga en peligro la seguridad de la planta de Zaporiyia "es completamente inaceptable y debe evitarse a toda costa".
"Cualquier potencia de fuego militar dirigida hacia o desde la instalación equivaldría a jugar con fuego, con consecuencias potencialmente catastróficas", agregó.