Este lunes se celebra los 94 años del nacimiento de la científica y autora británica Anne McLaren. En honor a su trabajo, Google le dedicó el doodle de hoy inspirado en su tarea como bióloga reproductiva.
La historia recuerda hoy a Anne McLaren como una de las científicas más importantes del siglo XX a partir de la contribución que hizo sobre embriología. Eso ayudó a innumerables personas a realizar sus sueños de ser padres.
Anne McLaren nació en Londres en este día en 1927. Cuando era niña, tuvo un pequeño papel en la película de ciencia ficción de HG Wells de 1936 "La forma de las cosas por venir". En la escena, ambientada en 2054, su bisabuelo le dio una conferencia sobre el avance de la tecnología espacial que había llevado ratones a la luna. McLaren acredita esta lección de historia formativa, aunque ficticia, como una de las primeras inspiraciones de su amor por la ciencia. Luego pasó a estudiar zoología en la Universidad de Oxford, donde su pasión por la ciencia solo creció a medida que aprendía de biólogos talentosos como Peter Medawar, premio Nobel por su investigación sobre el sistema inmunológico humano.
En la década de 1950, McLaren comenzó a trabajar con ratones para comprender mejor la biología del desarrollo de los mamíferos. Si bien los temas de su investigación eran pequeños, las implicaciones de su estudio demostraron ser enormes. Al cultivar con éxito embriones de ratón in vitro (en equipos de laboratorio), McLaren y su colega John Biggers demostraron la posibilidad de crear embriones sanos fuera del útero de la madre.
Estos hallazgos emblemáticos, publicados en 1958, allanaron el camino para el desarrollo de la tecnología de fertilización in vitro (FIV) que los científicos utilizaron por primera vez con éxito con humanos veinte años después. Sin embargo, el desarrollo de la tecnología de FIV conllevó una gran controversia ética. Con este fin, McLaren se desempeñó como el único científico investigador en el Comité Warnock (fundado en 1982), un organismo gubernamental dedicado al desarrollo de políticas relacionadas con los avances en tecnología de FIV y embriología. Su consejo de expertos para el comité jugó un papel esencial en la promulgación de la Ley de Embriología y Fertilización Humana de 1990, una legislación decisiva, aunque polémica, que limita el cultivo in vitro de embriones humanos a 14 días después de la creación del embrión.
En 1991, McLaren fue nombrada Secretaria de Relaciones Exteriores, y luego vicepresidenta, de la institución científica más antigua del mundo, la Royal Society, convirtiéndose en ese momento en la primera mujer en ocupar un cargo dentro de los 330 años de historia de la institución.
McLaren descubrió su pasión por el aprendizaje a una edad temprana y aspiraba a despertar este mismo entusiasmo por la ciencia en los niños y la sociedad en general. En 1994, la Asociación Británica para el Avance de la Ciencia, una institución dedicada a la promoción de la ciencia entre el público en general (ahora la Asociación Británica de Ciencias), la eligió como su presidenta. A través de la organización y sus eventos, McLaren involucró al público de Gran Bretaña en las maravillas de la ciencia, la ingeniería y la tecnología con el objetivo de hacer que estos temas sean más accesibles para todos.